
Cada vez son más los menores que denlinquen a la sombra de la ciudad y se inician más temprano ante la impotenca de Estado por falta de aplicación de normativa que la justicia pueda regular el delito y consiga controlar a la sociedad que se ecuentra en el desamparo frente a la impunidad de los menores.
Hoy el país fabrica delincuentes desmedidos por causa del desenfreno y el fracaso que son dominados por la droga, el alcohol y la falta de incentivo y respeto por a vi
da, educación y moral. Así comienzan a recorrer los penales y las cárceles donde del 2005 hasta mayo del 2009 fueron detenidos 25.385 menores en el conurbano bonaerense de los cuales 286 fueron capturados por homicidio, es decir cada 53 horas fue aprehendido un menor acusado de matar una persona, y parecería que éstos casos estarian programados para matar con el código en su pensamiento "Alguien tiene que perder", sería la norma oculta que rige las circustancias de la violencia.

En la provincia de Buenos Aires hay 25 institutos penales y 33 asistenciales dónde hay 788 internados en el primero y 890 en el segundo que contnúa en aumento en el
2001 al pasar a 2200, y en 2007 alcanzó a 3320, la mayoría proveniente de la pobreza y el desamparo de la familia por mal trato.

Detrás de cada historia adolescente se maneja el secuestro, ataque a mano armada y trafico de droga donde la regla del juego es matar bajo la violencia inmediata desaforada de la droga.
Con éstas cifras, para la justicia parece insuficiente con 54 jueces en un Estado que está ausente por no existir una política que es una deuda pendiente para resolver, y para la justicia demasiado es lo que se habla pero poco lo que se hace.
Las consultas realizadas con especialistas coinciden que para resolver la crisis de la violencia en la minoridad es necesario crear un sistema de responsabilidad penal juvenil y salir de la anomia que tienen los 3 poderes del Estado para las distintas fracciones políticas.
El tratamiento debe ser diferenciando al menor con respecto al adulto en la franja de 13 a 18 años con penas diferentes a pesar que exista resistencia para aplicar responsabilidad penal en adolescentes al no tener legislación con derecho a defensa, ya que la infancia no está en ninguna agenda de los políticos.
Con éstas cifras, para la justicia parece insuficiente con 54 jueces en un Estado que está ausente por no existir una política que es una deuda pendiente para resolver, y para la justicia demasiado es lo que se habla pero poco lo que se hace.
Las consultas realizadas con especialistas coinciden que para resolver la crisis de la violencia en la minoridad es necesario crear un sistema de responsabilidad penal juvenil y salir de la anomia que tienen los 3 poderes del Estado para las distintas fracciones políticas.
El tratamiento debe ser diferenciando al menor con respecto al adulto en la franja de 13 a 18 años con penas diferentes a pesar que exista resistencia para aplicar responsabilidad penal en adolescentes al no tener legislación con derecho a defensa, ya que la infancia no está en ninguna agenda de los políticos.
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