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lunes, 12 de octubre de 2015

La CAÍDA de las RESERVAS del Banco Central


Desde hace más de un año al 29 de octubre del 2015, las reservas internacionales del Banco Central se situaban en un nivel parecido en 27.346 millones de dólares. El 1° de octubre del año pasado Alejandro Vanoli asumió la presidencia de la entidad en reemplazo de Juan Carlos Fábrega con el firme objetivo de sostener el nivel de activos a través de un recurso que se había usado en el pasado, la firma de acuerdos de “swap” o intercambio de monedas con otros bancos centrales del mundo. Así el 30 de octubre de 2014 se activó el primer tramo de “swap” rubricado con el Banco Central de China, por un equivalente en yuanes por 11.000 millones de dólares, así el 80% de las reservas del BCRA, alrrededor de USD 22.000 millones, estaban nominados en dólares que incluían fondos netos, depósitos bancarios como encajes o títulos realizables en dólares, como bonos del Tesoro de los EEUU.
Con el transcurso de los meses posteriores dicha relación fue retrocediendo a menos de la mitad, ya que se utilizaron los dólares para pagar deuda pública o surtir de billetes a los minoristas para ahorro y turismo, y ésa salida de dólares del sistema financiero local se compensó con el ingreso de yuanes prestados por China, una divisas que en el mundo no es considerada como reserva de valor o moneda “dura”.
El 6 de octubre se paga el final de los BODEN 2015 por unos USD 5.900 millones, asestando un golpe a los activos del BCRA, que pasó el último año reemplazando dólares genuinos, ganados a fuerza de exportaciones, por yuanes ingresados a través de asientos solo contables.
“La Argentina ha pagado íntegramente el BODEN 2015” y cerrado su endeudamiento ponderó la presidente Cristina Kirchner por 43º cadena nacional" ya que ésa emisión la llevó adelante el gobierno de Néstor Kirchner en 2005 para cubrir los préstamos de dólares que hizo Venezuela a la Argentina, cuándo el país lidiaba con los bonistas, luego del default más grande de la historia en 2002. Por ello, la mandataria destacó que “es la primera vez que un gobierno que emite una serie de bonos de endeudamiento es el mismo gobierno que los paga y no se los deja a otro”. Sin embargo, queda pendiente otra deuda: la que se oculta en el deteriorado balance en rojo del BCRA. No obstante se emite otra serie de bonos para 2020 con el 9,15% de interés para paliar los dólares que se le fueron por el pago del Boden 15, es decir un agujero tapa al otro pero con más endeudamiento.
El Gobierno nacional consiguió colocar 669.263.208 dólares en BONAR 2020, convalidando un precio de 95,20 dólares por cada lámina de 100 dólares a una tasa inicial de 9,21 %, la más alta del mundo según informó Economía.
Al anunciar la licitación en el Boletín Oficial, el Palacio de Hacienda había fijado que el monto de ésta emisión era de 500 millones de dólares ampliable a un total autorizado de 1.500 millones, y el resultado significó que el Estado tuvo que resignar 4,8 dólares por cada 100 dólares colocados, por tanto el ingreso efectivo será de 637.138.574 dólares.
De ésta manera el Ministerio de Economía logró recuperar solo un 10,8 % respecto de los 5.900 millones de dólares que pagó para el vencimiento del BODEN 2015.
A la fecha, ya activado el total de los tramos del “swap” chino, ésos yuanes por USD 11.000 millones significan el 39,7% del total de los activos internacionales del BCRA, según dijo la entidad trás el pago del BODEN 2015, las reservas cayeron en USD 4.741 millones hasta llegar a los USD 27.713 millones en caja, por lo tanto las reservas están ahora como si no hubiera existido la ayuda china para maquillar las arcas del Central, por lo cuál de los USD 5.900 millones, alrededor de USD 4.000 millones se fueron directamente al exterior, y los restantes USD 741 millones son de inversores locales que pudieron retirar ésas tenencias.
Las tenencias de oro en reservas, están en unos U$S 2.250 millones, y representan ahora un 8,1% del total, mientras que los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI (alcanzaban unos USD 2.880 millones al cierre de agosto) son un 10,4 por ciento. Si a los activos en moneda extranjera (en divisas convertibles) declaradas por el BCRA descontamos los yuanes, los euros equivalentes a unos USD 1.400 millones (un 5% del total) y omitimos las posiciones marginales en otras divisas como la libra esterlina, las tenencias de dólares (en divisas y bonos) que ascienden a unos USD 10.200 millones (36,7% del total) por debajo del monto del “swap” chino, sitúa a los yuanes como el activo de mayor peso dentro de las reservas internacionales de la Argentina.
Si se analiza la deuda pública bruta, a los u$s 202.630 millones que cifra el Palacio de Hacienda habría que sumarles unos u$s 25.294 millones (por Repsol, Club de París y holdouts), para alcanzar unos u$s 228.000 millones, un 44,4% del PBI.
Otro dato relevante es que la deuda pública según moneda de emisión está nominada en un 61,9% en divisas extranjeras, por unos u$s 125.472,7 millones, pués las acreencias en dólares y euros ganan participación respecto de las emitidas en pesos, principalmente por efecto de la devaluación.
Al agregarles los u$s 25.294 millones por Repsol, Club de París y holdouts, alcanza los u$s 151.000 millones y se consolida por encima de los u$s 140 mil millones del default de diciembre de 2001, cuándo el 97% de la deuda -que totalizaba u$s 144.500 al sumar bonos en dólares y en pesos- estaba nominada en moneda extranjera y sumando todas las series de bonos que son más de 60, la “deuda neta” en dólares totaliza excluyendo los compromisos del Tesoro con el Banco Central, la ANSeS y otros organismos del Estado, en septiembre alcanzaba los 357 mil millones de dólares. Finalmente ante éstas cifras la Argentina se endeuda hasta el 2015, es a futuro un promedio que asciende los 60 millones de dólares por hora.

lunes, 5 de octubre de 2015

Ensayo político para un primer debate de pocas propuestas


Después del debate con atril vacío al que no asistió Scioli la conclusión de los analistas privados fue unánime, fue un ensayo más de peguntas y respuestas predeterminado con los candidatos, que más allá de algunos datos positivos de coyuntura, conocidos en las últimas semanas, la herencia que deja la administración Kirchner es una economía de bajo crecimiento, alta inflación, sin generación de empleo privado, caída en la industria y en la inversión, alto déficit fiscal, sin dólares y con una cantidad de pobres que el Gobierno no se atreve a contar.
El Gobierno está convencido en su opinión que deja señales tibiamente positivas y no reconoce las fallas estructurales en la economía, que tendrá el próximo Presidente quién deberá aplicar serias medidas de ajuste.
Es curioso que una administración política que se ha jactado de producir presuntas y grandes transformaciones estructurales termina su mandato sin sobresaltos mayores gracias a la emisión de deuda en el mercado local, los préstamos de China y una vieja fórmula para que no se dispare aún más la inflación: el atraso cambiario, que también fue utilizado por los ministros de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo.
El atraso cambiario y la inflación no baja del 25% anual y la emisión monetaria corre detrás del excesivo aumento del gasto público (en un 40% interanual) y el déficit fiscal amenaza terminar el año con un nivel de 6/7% del PBI, según distintos cálculos. En éste contexto, la economía terminará el año con una variación cercana a cero.
El economista del Cedes Roberto Frenkel, sostuvo que "no hay crisis porque están racionando los stocks hasta el 10 de diciembre, dejando al Banco Central sin reservas y por eso el modelo está moribundo y así como está no puede seguir. Frenkel dijo que "la macro está atada con piolines, pero como hay elecciones y expectativas de cambio, existen válvulas de escape y sería la espera de unificación cambiaria".
Juan José Llach, director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAE-Universidad Austral, dijo que "hay modestas señales de recuperación económica; la mitad del incremento explica un insólito aumento del gasto público, mientras las exportaciones caen y la inversión se mantiene en un bajísimo nivel del 17% del PBI.
El ex viceministro de Economía aclaró que "son los últimos débiles impulsos de una economía insostenible, sin divisas y con el mayor déficit fiscal de los últimos 25 años, financiado con emisión monetaria. El Gobierno oficial actúa como si buscara dejar la peor herencia posible al próximo gobierno.
Para Daniel Artana, economista jefe de FIEL opina, "se están gastando las últimas reservas que quedan", mientras que Bernardo Kosacoff, profesor de la Universidad Di Tella y de la UBA, relativizó la situación de bienestar actual: "Tampoco los indicadores de corto plazo andan bien; el mercado interno se duplicó en ocho años, pero hace cuatro que se estancó". Según el especialista "se llega con el último suspiro al final del gobierno con caída de las exportaciones, el PBI, la inversión y la productividad".
Artana cree que la cuestión no se arregla con el dinero de los holdouts, porqué el país tiene un problema cambiario mayor a partir de una moneda que se viene despreciando desde 2011, y con perspectivas externas poco favorables por la soja y por la crisis en Brasil, y hay que ir a un esquema más razonable: la devaluación se hace  necesaria, expresó.
Curia también se pronunció por un esquema "de shock, con flotación cambiaria intervenida, sin gradualismo, con el respaldo del FMI y una política fiscal severa".
Según el analista del PJ, "se trata de adoptar un plan integral apenas empiece el verano, sabiendo que se viene un desafío enorme".
Por su parte, Frenkel advirtió que el tipo de cambio no lo puede fijar el mercado, porque toda la devaluación se traspasaría a la inflación regulando el tipo de cambio, aunque no será sencillo porque no hay reservas suficientes", reconoció.
En tanto, Kosacoff dijo que las buenas noticias son que el sector privado está "bastante desendeudado y que hay medio PBI esperando que las condiciones aclaren".
Si el nuevo gobierno lograra atraer al menos al 5% de ésos capitales, podría arrancar mejor, además, "lo que el próximo presidente debe lograr es recrear el clima de inversión y evitar a toda costa un típico proceso de ajuste como los que se aplicaron en el pasado, porque la presión tributaria es muy alta".