El dilema complejo con el Club de Paris

La Presidenta CFK anunció que la deuda con el Club de Paris de 6707 millones de dólares será cancelada en un solo pago con reservas del Banco Central para reafirmar con ésto la voluntad de pago que tiene Argentina con sus cuentas pendientes. A pesar que la medida fué bien recibida pero con cautela por los mercados que no reaccinaron positivamente como se esperaba, provocaron cierta expectativa en Alemania, Japón y EE.UU ya que su aparición se consideró tardía para intentar recuperar la confianza después de desplomarse la cotización de los títulos de la deuda Argentina al haberse aceptado pagar un 15% de tasa por bonos adquiridos por Venezuela. Así el Gobierno desea ahuyentar el fantasma que se venía anunciando sobre un nuevo default que rondaba por los mercados financieros en los últimos meses con cierta insistencia y al no tener mayores opciones al autoimponerse la obligación de una restauración a 10 años de plazo que no resultó. Pagar es la manera más directa por necesidad que por virtud para demostrar buena voluntad así como Kirchner lo hizo en el 2005 con el FMI.

En aquél entonces representó un 33% de las reservas del BCRA, ahora sería un 14% del total, pero se podría hacer a largo plazo y evitar perder respaldo en divisas del circulante en pesos. No obstante el eco dejó oir al Club de Paris cuándo refutó la falta de los intereses de 1700 millones más que deberían sumarse y ser renegociados con un acuerdo, fué lo solicitado como respuesta por el Club de Paris y ésto abrió una nueva brecha de estudio y negociaciones.

Ésto no deja de ser una estrategia más para la renegociación de los holdouts por 20 millones de dólares de aquellos bonistas que quedaron pendientes al no entrar en el canje propuesto por Lavagna que también están en default, terminaría inquietando a los inversores al reducir el gobierno sus recursos para saldar compromisos en 2009.Por el momento el Gobierno está pasando por una incógnita fiscal que necesita despejar para seducir al mercado financiero en baja y que se mira a través de un cristal ideológico poco claro para asegurar la campaña electoral legislativa que viene en el 2009.

Para el diario británico Financial Times después de la decisión de cancelar la deuda con el Club de Paris cree que no se mejorarán los mercados financieros internacionales ni tampoco se reducirá la dependencia financiera con Venezuela con su refinanciamiento con bonos que seguirá por la imprevisión de temores que Argentina tiene para dirigirse hacia un defoult en 2011.Por su parte el pago de la deuda al Club de Paris se encamina hacia una delicada cuestión jurídica de discusión que llevará a definir destrabar el acuerdo firmado del proyectado Tren de Alta Velocidad entre BuenosAires-Córdoba con un crédito de 3700 millones de dólares de financiamiento para Veloxia.

Para la revista británica The Economist, Argentina enfrenta un problema de credibilidad y señala que el gesto de pago al Club de Paris no es suficiente para restablecer la confianza gubernamental de CFK. El seminario aconseja a la presidenta si quiere evitar la estanflación que puede avecinarse, tomar medidas más osadas como el pago de los holdouts, revisionar los controles de precios, eliminación de subsidios a la energía y el transporte y desposeerse del control de precios del INDEC.

El seminario también le recuerda que el Club de Paris pide la intervención del FMI para revisar las cuentas del Estado según el acuerdo de su carta orgánica como país miembro debe someterse periódicamente una vez al año. Mientras la Presidenta sostiene el pago de una vez, el Club de Paris reclama la suma de 7900 millones por lo cuál el Gobierno confirmó hacer revisiones con acreedores y representantes locales para la liquidación de una cifra definitiva a pagar.Fuentes del Ministerio de Hacienda indicaron que el pago se hará antes de fin de año una vez definido el monto total.

A diferencia de lo informado precedentemente y lo aunciado por la Presidenta, el Ministerio de Economía se contactó con el secretario del Club, Xavier Musca y le aclaró una infidencia que la Argentina no pagará por adelantado todo a fin de año, sino sólo abonará el vencimiento de U$S 300 millones y en otro momento a fijar más U$S 340 millones en cuotas hasta el año 2022. Surge que la deuda atrasada registrada en cartera es de U$S 6.000 millones y el Club de Paris calcula en U$S 7600 millones con intereses de dónde habrá una ardua conciliación para tratar entre las partes.

Existe una incertidumbre entre los acreedores bilaterales y cierta disconformidad local por falta un plan para reducir la inflación en un momento complicado para las arcas públicas y Miguel Kiguel elaboró un informe para explicar los motivos diciendo que la decisión se tomó en un primer momento no teniendo en cuenta que debe pasar por el Congreso al tratarse el Club de un organismo no internacional.Tampoco se evaluó el pago que implica bajar reservas en momento de escasos recursos financieros del país sin la negociación previa para un mejor arreglo, cuando se estaba negociando anteriormente en pagar a un plazo de 8 años con 1 de gracia con tasa baja de interés.

Finalmente surge que el anuncio redujo las dudas sobre la voluntad de pago total ya que faltó incomprensión de los mercados y por parte de los funcionarios políticos al no tener el apoyo suficiente en Economía y del Banco Cental.

La Presidenta CFK dispuesta a recuperar la crisis que afecta su gestión realizó una visita a Brasil para buscar respaldo de su par Lula da Silva al que sumó todo su gabinete para dar apoyo a su gestión política y mostrar una integración contundente en el acto oficial que festejó su Independencia el Brasil, reforzando así una alianza regional. Allí consiguieron firmar acuerdos que contemplen las transacciones comerciales, el acceso a las pequeñas empresas a un mercado más competitivo a costos financieros y cambiarios en pesos y reales, eliminando al dólar.

La Presidenta al hacer referencia a la imdustria aeronáutica de Brasil estuvo convencida de su alto desarrollo tecnológico por lo cuál analizará la compra a Embraer de aeronaves para la nueva Aerolíneas Argentinas instalando a la empresa brasileña en la ex fábrica militar de aviones en Córdoba para lo cuál a Lula le representa una actividad estratégica para colocar a Brasil como potencia mundial en ése rubro.

Así sus expresiones se sintieron motivadas al expresar con cierta ironía que siente envidia por el nivel del empresariado brasileño que permitió llevar adelante al país en su pleno desarrollo industrial y económico, pero se olvidó de comparar las políticas de estímulo diferentes de financiamiento que tiene Brasil con respecto al ser comparado con la Argentina.