La causa contra Grassi comenzó en 2002, trás una denuncia pública del programa
Telenoche investiga , que presentó el testimonio de menores que acusaban al sacerdote de haberse abusado de su condición de responsable de la Fundación Felices Los Niños para obtener favores sexuales. Ésas afirmaciones fueron ratificadas en un juicio y consolidadas con pruebas que llevaron a la condena de Grassi.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Morón ordenó la inmediata detención de Grassi, quién fue condenado en tres instancias por el delito de abuso sexual agravado y corrupción de menores por tres hechos comprobados contra un menor que asistía en guarda judicial a la Fundación Felices los Niños que el sacerdote dirigía.
En éste sentido, puntualizó que el recurso "incluirá los diez hechos de abuso cometidos contra "Luis" y otros dos hechos contra "Ezequiel", el otro caso fue descartado por los jueces durante el juicio oral.
"El Tribunal dijo que no estaba debidamente acreditado el abuso sexual aunque mi defendido (Luis) brindó pormenores de las prácticas a las que lo sometía Grassi, describió la ropa con que dormía y cómo después de los abusos iba a dar misa", precisó Calcagno, durante una rueda de prensa en la sede del Comité.
El sacerdote Julio César Grassi fue trasladado a la unidad penitenciaria con régimen más cerrado en la localidad bonaerense de la Unidad Penal 41 de Campana, trás haber pasado la noche en el departamento de sanidad de la unidad 39 de Ituzaingó, donde cumplirá la condena de 15 años por abuso sexual y corrupción de menores, según resolvió ayer el Tribunal Oral en lo Criminal de Morón.
De esta manera, el condenado por abuso sexual y corrupción de menores se encuentra en un penal de mayor seguridad.
"Después de tantos años de impunidad, el hecho de que se haga justicia tiene un impacto social muy importante, para los niños y jóvenes, para aquellos que no se animan a denunciar", Jorge Calcagno, abogado defensor de "Luis", otro de los menores que acusó al cura de haberlo abusado pero cuyo caso fue desestimado por el Tribunal de Morón, anunció por su parte que apelará a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que amplíe la condena al religioso.
La psicoanalista Marisa Rodulfo, especialista en niños y adolescentes y docente de la UBA expresó:
"Los chicos iban confiados a la oficina de éste sacerdote y salían violados y éso se perpetró por años, fueron años de impunidad pero finalmente se logró", dijo haciendo referencia a la detención y condena.
Rodulfo y precisó que
"el hecho de que los niños y adolescentes dejen de ser víctimas de abuso y que las familias puedan creerles, es un tema de derechos humanos" y "Ésto evidencia -destacó- una impunidad que nos parece inaceptable y que la justicia tiene doble estándares en un país que tiene una justicia para ricos y otra para pobres".
Por su parte, Sergio Piris, abogado de uno de los menores afectados, ejemplificó al solicitar que el sacerdote cumpliese la condena en forma efectiva:
"Grassi tuvo todos los privilegios, parecía un actor de cine que daba reportajes, mientras la víctima tuvo que volver al régimen de protección de testigos".
A su vez, el fiscal de la causa, Alejandro Varela, precisó que la detención de Grassi cerró finalmente una pregunta que se hacia la sociedad acerca de por qué no iba a prisión después de ser enjuiciado.
"Había un reclamo de la sociedad acerca de que una persona con 15 años de prisión, con tres fallos condenatorios, de la Cámara de Apelaciones, Casación y Suprema Corte bonaerense, por qué no estaba detenida", dijo Varela y también arremetió contra los supuestos privilegios que tuvo Grassi durante el proceso:
"Siento vergüenza ante la sociedad de que continúe libre quien cometió los delitos por los que se encuentra condenado y siento vergüenza porque para la sociedad estábamos dando un mensaje de que hay miedo de meterlo preso" y finalmente el día llegó
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