Cristina advirtió que tuvo que revertir su fastidio visceral al enterarse de su sorpresiva designación y declinar los humos de otrora al comprender, que sería inútil seguir litigando con quién entró en otra dimensión como líder de 1200 millones de fieles católicos emocionados. Es conveniente para su gobierno ponerse de su parte.
Olividarse del arzobispo que los Kirchner vieron siempre como presunto conspirador que en otro tiempo le hubiera hecho la cruz , por aquél gesto descalificador cuándo lo visitó con Kirchner por primera vez en la homilia del 2005 en la Catedral Metropolitna.
Trás el trato preferencial que le dispensó Francisco después del besamanos protocolar que inauguró Cristina, le siguieron Macri y su esposa que mandó buscar por el obispo auxiliar Eduardo García, afuera a unos 60 m de la delegación oficial entre la multitud, porque no tenía podido ingresar por que no fue invitado a integrar la comitiva oficial, ya que Cristina prefirió invitar a Ricardo Alfonsín por la oposición.
No obstante ello la amistad de Bergoglio con Macri viene de lejos a pesar de las turbulencias cuando se aprobó en la Legislatura la ley de matrimonio igualitario y el aborto, disidencias en las cuáles no impiedieron continuar el diálogo entre ambos.
Por su parte el piquetero D´Elía no le faltó la oportunidad cuándo igualó a Francisco con Juan Pablo II en su afán de quebrar la unión sudamericana, como Wojtyla lo hizo a su entender con la URSS y Alemania del Este cuándo fue derrumbado el Muro de Berlín y el piquetero reconociendo su error no esperó en cargarse al hombro el manto de cordero para terminar ensalzando a su Santidad y resignar posiciones al conjeturar detener el avance de los gobiernos progresistas y populistas en la región, lo que resulta llamativo que gente por política pueda caer con tanta simplificación.
El poder político que lideró la URSS y el bloque del Este frente a Washington y el Vaticano, se jugaron influencias de intereses importantes para cerrar un ciclo en que existió el resquebrajamiento interno social y económico.
El cristinismo manejó algunas desatenciones como suele hacerlo cuándo no las quiere explicar, cuando se deja de ver la realidad, lo hace por el ojo de la cerradura y se detonan episodios como los de Macri por estar en puja política ideológica.
Sin duda que el cristinismo provocó una explosión emotiva con su visita, habrá que ver cuánto dura y cuánto queda después que se disipe la polvareda.
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