En septiembre de 2010 como parte de las necesidades para actualizar salarios a los choferes un 27%, la Secretaria de Transportes a cargo de Juan Pablo Schiavi se comprometió con las empresas de media y larga distancia que recibirían 19,4 millones de litros de gasoil subsidiado, equivalente al 90% del consumo de sus servicios. Esta cifra se cumplió hasta octubre de 2010 y luego fue disminuyendo hasta los 12 millones en julio y agosto de 2011 lo que significó un aumento de costo de $18 millones mensuales para las empresas.
Según el CELADI el Estado subsidia el 90% del boleto de tren, 70% en las colectivos urbanos, el 40 en las lineas aéreas y el 8% en omnibus de larga distancia.
El presidente del CELADI Mario Verdaguer envió el 13 de junio carta a CFK no obteniendo respuesta sobre las negociaciones y por resolución 161 de la Secretaría resolvió compensar a las petroleras con dinero en lugar de certificados fiscales de crédito, como procedimiento de pago directo para la empresa YPF SA, que suministra a las empresas el gasoil con precio diferencial, y las significativa reducciones de las exportaciones de hidrocarburos que prioriza significadamente al mercado interno.
Las empresas recibían certificados fiscales de crédito por el subsidio del gasoil y no podían usar, por la caida de la exportación, comenzó a mermar el volumen asignado por las petroleras lo cuál provocó un conflicto en los transportes cuando se rebalsó el vaso de agua empresarial, según fuentes de la Cámara Empresaria de Larga Distancia CELADI, por el cuál los empresarios del Transporte de larga y media distancia amenazan con movilizar 200 ómnibus en las calles como protesta por falta del cupo de gasoil subsidiado.
Las petroleras tienen dificultades en usar los certificados al bajar las exportaciones y ahora el Estado ofreció cobrar el precio diferencial en efectivo ya que el combustible cuesta $1 por litro contra 4 en el mercado.
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