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jueves, 28 de octubre de 2010

"Gran congoja popular por el adiós del ex presidente K"

El país de luto trás la muerte súbita a las 9:15hs el 27 de octubre de 2010 en el hospital Formenti en El Calafate de Néstor Kirchner a los 60 años de un infarto cardíaco, donde las médicos intentaron la resucitación según el parte de los doctores Luis Bonomo y Benito A. González, pero versiones indican que llegó sin vida desde su residencia Los Sauces, acompañado por su esposa.
Se realizó el velatorio a férretro cerrado en Casa Rosada en el "Salón de los Patriotas Latinoamericanos", asistieron Cristina Fernández que llegó en helicóptero juntos a sus hijos Florencia y Maximiliano.
Miles de personas hacen cola para ingresar a la Rosada y allí también se dirigen los presidentes José Mujica, Evo Morales y Correa que fueron los primeros en llegar.
Visiblemente acongojada, la presidenta Cristina Fernández llegó a las 11.15 hs a la Casa Rosada para sumarse al velatorio de su esposo y antecesor en el cargo presidencial Néstor Kirchner, acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia procedente de la residencia oficial de Olivos donde la esperaban para acompañar su dolor, la madre de la presidenta, Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Daniel Scioli, Antonio Caffiero, todo el medio artístico y el gabinete gubernamental en pleno.
Vestida con un traje negro, gafas oscuras y un bolso negro, Cristina se bajó con rapidez del vehículo oficial que la trasladó desde el helipuerto y entró en la Casa Rosada seguida de sus hijos donde la presidenta se dirigió al "Salón de los Patriotas Latinoamericanos" de la Casa Rosada, permaneció de pie y puso sus manos sobre el féretro cerrado del que fue su marido durante 35 años.
Con un gesto sustantivo desde lo político fue la llegada al velatorio del líder de la CGT, Hugo Moyano, quién se acercó hasta la Presidenta y la saludó ante las cámaras.
La mandataria recibirá, en una sala privada habilitada al efecto, las condolencias de los jefes de Estado y de Gobierno que han viajado a Buenos Aires para asistir a los funerales, el chileno Sebastián Piñera y en las próximas horas se espera Juan Manuel Santos (Colombia), Fernando Lugo (Paraguay), Hugo Chávez (Venezuela) y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El historial de Kirchner al ser presidente de la República entre 25 de mayo de 2003 y el 10 de diciembre de 2007, entregó el mando a su esposa, la presidenta Cristina Fernández.
Llegó al poder apañado por el ex presidente Eduardo Duhalde, cuando el país comenzaba a dejar detrás la crisis de infierno de 2002 como solía decir K, y se erigió rápidamente en la figura de caudillo que comandó la política y la economía desde entonces y hasta su muerte.
Su estilo político generó adhesiones y rechazos encendidos por su temperamento, que se profundizaron con el correr de los años y, sobre todo, cuando dejó el Gobierno pero no el poder.
En las últimas elecciones legislativas perdió pero se convirtió en diputado por la provincia de Buenos Aires y presidió como jefe del Partido Justicialista, desde donde aglutinó a gobernadores, a intendentes del conurbano y a la CGT de Hugo Moyano. También captó apoyos de la CTA y la centro izquierda y asumió la presidencia de la Unasur donde buscó ejercer un liderazgo regional, y soslayó el coqueteó hasta último momento con una nueva candidatura presidencial en 2011.
El 11 de septiembre, el ex presidente fue sometido a una angioplastia en Buenos Aires. En febrero había sido operado de la arteria carótida derecha. Sus médicos le habían recomendado cambiar su vertiginoso ritmo de vida.
Kirchner nació en Río Gallegos el 25 de febrero de 1940, se recibió de abogado en la Universidad Nacional de La Plata y volvió a su provincia durante la última dictadura. Con el retorno de la democracia, pasó por todos los cargos ejecutivos: fue intendente de Río Gallegos (1987 -1991), gobernador de Santa cruz (1991 -2003) y presidente de la República y sus restos serán sepultados junto a su padre en el cementerio de Rio Gallegos.
Como gobernador de Santa Cruz, Kirchner defendió la privatización de YPF y recibió u$s 535 millones en concepto de regalías hidrocarburíferas y depositó ese dinero en el exterior antes de la crisis de 2002. En 2008, el gobernador santacruceño Daniel Peralta anunció la repatriación definitiva de ese dinero, cuyo uso y destino nunca quedó claro.
Llegó a la presidencia apadrinado por Duhalde y luego de que el ex presidente Carlos Menem renunciara a la segunda vuelta, Kirchner había captado el 22% de los sufragios y Menem, el 24,3%.
Una vez en el poder, Kirchner se ganó el apoyo de la centro izquierda al impulsar cambios profundos en reponer la Corte Suprema y la reapertura de los juicios a los militares que ejecutaron la represión ilegal durante la última dictadura. Paralelamente, acordó alianzas dentro del PJ hasta convertirse en el líder del partido y su gobierno continuó la política económica de Duhalde con Roberto Lavagna como ministro de Economía, quién encaró un proceso de reestructuración de la deuda externa defaulteada en 2002. Posteriormente se divorció políticamente de Duhalde en 2005 y lo enfrentó en elecciones legislativas con un espacio político propio.
Dispuso el pago en efectivo de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) –unos u$s 9.500 millones– el 3 de enero de 2006 y se desembarazó así de ése organismo multilateral, que no efectuó más revisiones periódicas a la economía argentina y desde entonces la economía argentina comenzó a crecer a tasas superiores al 8% anual, y las reservas del Estado de 9.000 millones alcanzaron a los 50.000 millones en 2010.
Entregó el mando a su esposa en 2007, luego de que Cristina ganara las elecciones con el 45% de los votos, pero nunca abandonó el poder ya que Kirchner ideó y cuidó las alianzas políticas y reestructuró sus apoyos a mediados de 2008, luego del largo conflicto con el campo por la suba de retenciones que terminó con el distanciamiento del vicepresidente Julio Cobos, y entonces el Gobierno se apoyó con fuerza en el PJ, que Kirchner presidió desde mayo de 2008 y en la CGT liderada por Hugo Moyano. El PJ queda ahora en manos del gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, quién pasa a jugar un rol clave de cara a las elecciones presidenciales de 2011.
“Más allá de lo político, a nivel humano siento un profundo dolor por la muerte de un amigo, un compañero de lucha de todos estos años, un hombre de convicciones profundas, apasionado por las transformaciones”, dijo Scioli, quién fuera vicepresidente de Kirchner para luego recalar en la provincia más importante del país y debe ahora encolumnar al partido detrás de la Presidenta, que durante la ceremonia oficial fue cauto en no hacer declaraciones. El Gobierno de Cristina Fernández ahora necesitará realinearse sin su máximo referente político. 
El secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, tendrían más peso en la toma de decisiones y el ministro de Planificación, Julio de Vido, tendría que concentrar la relación con el mundo empresarial.
Moyano intentó despejar cualquier sensación de vacío de poder recibida en una reunión y ratificó su apoyo a la Presidenta al aludir a “Los trabajadores reconocen la figura trascendental de Kirchner y apoyan con todas sus fuerzas a la presidenta Cristina Fernández para profundizar el modelo que devolvió la dignidad” y agregó “incluso si ella quiere proseguir”.“Después de Perón y Evita, nadie le dió tanto a los trabajadores como Néstor Kirchner”, afirmó.
 Referentes de organizaciones sociales y mucha gente reunida en Plaza de Mayo para dar su adiós, y la oposición lamentaron la muerte de Kirchner. El cardenal Jorge Bergoglio ofició una misa para conmemorarlo y al mediodía, miles de personas comenzaron a poblar la Plaza de Mayo y ya por la noche, cuando el Censo Nacional terminaba, la plaza fue escenario de una manifestación multitudinaria que prometía convertirse en vigilia durante el duelo que se respetó con bandera a media asta durante dos días.
La caravana salió de la Rosada hasta el aeroparque donde el férretro fue embarcado en un avión especial que lo trasladó para Rio Gallegos donde lo esperaba un cortejo que acompañó todo el pueblo hasta el cementerio local con muestras de congoja y emoción y apoyo a Cristina.

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