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viernes, 13 de abril de 2018

La visita de Rajoy trae espejitos de colores ...?


El presidente Mauricio Macri recibirá al jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, con la idea de conseguir algún anuncio de inversión extranjera, aquella que supuestamente llegaría como lluvia durante su gestión en el G20 y hasta ahora no fue ni garúa. Rajoy llegó ayer junto a una comitiva de 65 empresarios y se espera que muestre su entusiasta aprobación a algunas de las iniciativas que impulsa Macri en materia internacional: la firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea y el ingreso de Argentina a la OCDE, no sea solo un buen gesto de expresión ni un leve rocío de negociación. 


En coincidencia con la llegada de Rajoy, el Gobierno envió al Congreso un proyecto que beneficia a Telefónica como un obsequio para que se sienta como en casa a la que fue a visitar con un almuerzo.
También conversarán sobre la crisis de Venezuela y la Cumbre Iberoamericana a realizarse en noviembre próximo en Guatemala, según la agenda de temas que “figurarán de forma predominante” en la reunión, de acuerdo al comunicado distribuido por el gobierno español. 


Rajoy aterrizó anoche en Ezeiza donde fue recibido por el vicecanciller Daniel Raimondi y el embajador argentino en Madrid, Ramón Puerta. Desde 2007 que no había una visita de Estado de un presidente español. 
La relación bilateral se tensó cuándo el gobierno de Cristina Kirchner reestatizó YPF, por entonces en manos de Repsol.


Por su parte señaló el jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, que va "a animar absolutamente a los empresarios españoles a invertir en la Argentina y acompañar las reformas" ya que  llegará a Buenos Aires acompañado por cerca de 60 empresarios de su país interesados en invertir.
Rajoy señaló que el interés de España "son las reformas del presidente Macri, la fiabilidad que ha logrado para el país y el escenario comercial de lo que hacen que se acerquen".
Para Rajoy "el crecimiento que experimenta Argentina y las perspectivas de futuro hablan muy bien de la gestión actual".
Dijo además que su visita a Buenos Aires "sitúa nuestras relaciones de nuevo en el estado que deben estar, de normalidad y buena sintonía" respecto al gobierno anterior. 
"La clave es que los buenos gobiernos sean capaces de dejar improntas que luego no se modifiquen por la llegada de alguién con planteos que no sean los más adecuados", expresó.


Durante la visita de Rajoy se firmarán memorandos de entendimiento en materia de gestión de recursos hídricos y Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), entre otros convenios. Además se prepara un comunicado conjunto que ofrezca continuidad al “Plan de Acción” que firmaron Rajoy y Macri cuándo el presidente argentino viajó a España, en febrero de 2017. 
Desde la Cancillería argentina adelantaron que también se firmará un convenio de asistencia judicial, se dialogará sobre la pesca en el Atlántico Sur y se buscará avanzar en convenios educativos y de cooperación en materia de seguridad, tanto para combatir el narcotráfico como al terrorismo internacional.


sábado, 7 de abril de 2018

Circo, escándalo ... y papelón ...!!!


"Tenía que rendir cuentas". Explicar, por ejemplo, el exponencial endeudamiento del país y su participación en sociedades offshore radicadas en Estados Unidos que omitió declarar.
Pero eligió la mentira, la burla y el papelón como artilugios arteros para levantarse e irse.


La oposición, por su parte, se prestó al circo y el funcionario se salió con la suya. Trás el faltazo que pegó semanas atrás para prepararse, finalmente ayer el ministro de Finanzas y amigo del Presidente, Luis Caputo, acudió al Congreso y no tuvo mejor idea que pergeñar la suspensión de la sesión a través de una humorada poco feliz: “Mis hijas tienen 11 y 13 años. No seas tan mala”, escribió en un papelito, en el que también dibujó una carita sonriente. El mensaje se lo hizo llegar a la diputada Gabriela Cerrutti, que protestó a los gritos en medio de un escándalo al que se sumaron otros opositores.
“Levantala porque vamos, dale. Vamos porque yo ya estoy muerto”, le imploró por lo bajo Caputo al presidente de la Comisión Bicameral que lo convocó, el senador José Mayans, quien finalmente accedió al pedido unilateral del ministro.


¿Cómo se puede llegar a tal grado de banalización de la política? ¿Cómo es posible que quién debe responder por sus cuentas y la de todos nosotros hable con dibujitos? ¿Cómo se explica que Caputo no explique nada?
Ayer, el pueblo esperaba saber de qué se trata todo esto. Entender hacia dónde nos llevará la deuda pública interna y externa, que en 2017 subió de US$ 275.446 millones a U$S 305.708 millones, según los datos oficiales. Si además se suma lo que aún se debe del cupón PBI, la deuda pública total trepa a U$S 319.422 millones, es decir el 55,8% del PBI y no el 30% que ayer informó el ministro. Esa deuda no incluye lo que adeudan las provincias ni tampoco el Banco Central por las LEBAC en pesos y moneda extranjera. Ni la ampliación de la emisión de bonos por u$s5.000 millones que el Gobierno oficializaba ayer, en el mismo instante en que Caputo esgrimía sus argumentos poco convincentes y justificaba el aumento del endeudamiento: “Para financiar el déficit, a tasas muy ventajosas”.


Pero el riesgo país en torno a la Argentina volvió a subir y se llega a tomar deuda por intereses que superan el 7%, cuando países de la región lo hacen entre el 1,7% y el 5%. Nada de eso dijo Caputo, que antes de precipitar el levantamiento de la sesión también se obstinó en negar su participación en sociedades offshore radicadas en Miami y las Islas Caimán, pese a que las autoridades estadounidenses confirmaron el dato. “El tema de las offshore no es delito”, se excusó. Dijo que son “como una caja de seguridad”, admitiendo una evidente desconfianza a tener sus fondos en el país y, como si se tratara de una ironía de mal gusto, deslizó que “la cuestión es tenerlas declaradas”, aunque él las haya omitido en sus declaraciones juradas.