Foto: ALFREDO SABAT
Con el fin del séptimo paro del campo contra el gobierno de Cristina Kirchner, la pregunta es cómo sigue el sector después de la protesta.
¿El Gobierno intentará negociar aceptando bajar las retenciones, negociará sin hacer cambios fundamentales o el Congreso será la lanza con la cual el campo ganará la batalla contra los Kirchner? O por el contrario, ¿el Gobierno continuará el enfrentamiento profundizando las políticas anticampo o simplemente apostará a mantener las cosas tal cual están? ó ¿Será la campaña 2009/2010 otro ciclo marcado por los cortes de rutas?
Los referentes del campo consultados por LA NACION descartaron un cambio de rumbo de la política agropecuaria de los Kirchner. Para tener una visión desde el oficialismo, también se intentó contactar a la secretaria de Integración Nacional, María del Carmen Alarcón, y al presidente de la Comisión de Agricultura, el diputado kirchnerista Alberto Cantero Gutiérrez, sin éxito.
"Me cuesta ver un cambio de actitud del Gobierno, de acuerdo con los síntomas vigentes. Somos el enemigo visible, los adversarios con quien confrontar", definió el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. "Los indicios que da la Casa Rosada no demuestran un cambio de actitud hacia nosotros", comentó el director de la Sociedad Rural Argentina por Entre Ríos, Luis Miguel Etchevehere.
"La política anticampo no es un hecho aislado en el kirchnerismo. Tiene un motivo, que es la búsqueda de más poder y recursos. Mientras el Gobierno tenga la plata de la soja, el futuro no le importa. Por eso veo difícil un cambio", dijo el vicepresidente 2° de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y diputado electo por Formosa, Ricardo Buryaile.
En este contexto, los consultados imaginan una campaña 2009/2010 sin cambios en la política agropecuaria. Otros arriesgan que la Presidenta gobernará por decreto desde diciembre e intentará frenar todos los intentos de independencia del nuevo Congreso.
"Me imagino al Gobierno tomando nuevas medidas contra el campo y a los productores reaccionando, porque la situación de gran parte del sector es crítica", señaló el diputado Esteban Bullrich (Pro-Capital Federal).
En las entidades agropecuarias , el pálpito generalizado es que a partir de ahora el Ejecutivo va a intentar imponerse sobre los demás poderes y que el Parlamento no va a poder actuar sin permiso de la Presidenta.
José Bustingorri, líder del combativo movimiento de los autoconvocados, el ala más dura de las bases, cree que la fórmula del Gobierno de ahora es más va a ser "desarrollar acciones tendientes a deteriorar al sector, pero con un discurso de diálogo, como lo ha hecho las últimas veces", explicó el autoconvocado, que es vicepresidente de la Sociedad Rural de Saladillo.
"También se dedicará a garantizarse la caja, pues gobierna en base a ésta y no con la Constitución", agregó.
Para Buryaile, en los próximos meses el campo no será el principal motivo de dolor de cabeza de los Kirchner. "Lo del campo es una escaramuza menor para lo que se viene. Hay cuestiones a resolver, como ajustar el festival de subsidios, recuperar la inversión en áreas estratégicas como la energía, resolver las dificultades de las provincias. Son cuestiones que no se van a poder eludir y quizás entonces vuelvan a disparar contra el agro para inventarse un enemigo y distraer la atención sobre los demás problemas."
Con este panorama a futuro, es inevitable pensar en que los productores se pasarán la mayor parte de la campaña 2009/2010 en las rutas. En este punto hay disensos, ya que mientras algunos creen que se viene una ola de protestas imparable, otros piensan que las entidades deben buscar una salida que no altere la paz social.
"Vamos a endurecer la protesta. Debemos culminar las movilizaciones en Capital Federal y permanecer allí, haciendo actos que le permitan a la gente del campo y la ciudad manifestar su rechazo al matrimonio Kirchner", dijo Bustingorri.
"El Gobierno es irracional, así que aunque nosotros confiamos en las vías institucionales para solucionar nuestro problema, no descartamos ningún tipo de acción", acotó Etchevehere.
Para Buzzi, el camino de las rutas no es el mejor sendero para lograr la paz entre las partes enfrentadas, y es fundamental encontrar otra salida.
"Los dirigentes tenemos que buscar un esquema que sea ganar-ganar, en donde el Gobierno no sienta que retrocede y los productores logremos algo. Hay que terminar con la irracionalidad, agudizar el ingenio para crear un marco de trabajo adonde se pueda resolver esto. No se puede seguir diciendo que se vaya Moreno, porque nadie espera con seriedad que este gobierno se desprenda de él o de Ricardo Echegaray [jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos], dando un signo que para ellos sería de debilidad", dijo Buzzi, para luego agregar que no sería una mala idea "traer una figura intermedia que medie entre las partes, y nos ayude a acercarnos".
Según el presidente de la Federación Agraria, el otro escenario, el de seguir confrontando por tiempo indeterminado, los asusta "porque es una locura seguir pensando en varios meses de protesta", expresó.
El rol del Congreso
Con éste pronóstico, que augura más peleas entre el Gobierno y el campo, y escasas posibilidades de lograr medidas en favor de la recuperación de la producción, otro interrogante que da vueltas es el del papel que jugará el Congreso de aquí en más, sobre todo teniendo en cuenta que una parte de la última iniciativa del Parlamento que respaldaba al campo fue vetada por la Presidenta.
"Hasta diciembre, los Kirchner se van a llevar puesto al Congreso. Ojalá que a partir de diciembre se ponga limites al Poder Ejecutivo, que es lo que votó la gente y lo que todos están esperando", dijo Etchevehere.
Esteban Bullrich dijo tener esperanzas en que el Congreso y el Poder Judicial jueguen un rol determinante en los próximos meses. "Tanto el Congreso como la Justicia pueden inclinar la balanza para un lado como para el otro. Además, creo que las entidades han aprendido en estos últimos años a trabajar con el Congreso y nosotros los diputados hemos aprendido a trabajar con ellos ante la gestión de reclamos genuinos del sector", dijo el legislador.
"En este contexto, creo que la actitud del Gobierno luego del 10 de diciembre va a depender de lo que ocurra en el Parlamento: si el Gobierno logra demostrar más poder que este, profundizará el modelo anticampo. En esto es fundamental el rol que nos toca a nosotros, la oposición", analizó el diputado de Pro.
Para Buzzi, "el Congreso es una oportunidad, aunque la Presidenta vete todo y se decida a gobernar por decreto".
Con la campaña 2009/2010 en marcha, y con buenos pronósticos de lluvias, los productores están poniendo todo su esfuerzo económico y técnico en lograr una cosecha mejor que la del ciclo anterior. Saben que el resto dependerá del acontecer político de los próximos meses, de la eficacia de la acción de las entidades rurales y de cómo se plante el Congreso a partir de diciembre frente al poder de los Kirchner.
Por Mercedes Colombres
De la Redacción de LA NACION
Con el fin del séptimo paro del campo contra el gobierno de Cristina Kirchner, la pregunta es cómo sigue el sector después de la protesta.
¿El Gobierno intentará negociar aceptando bajar las retenciones, negociará sin hacer cambios fundamentales o el Congreso será la lanza con la cual el campo ganará la batalla contra los Kirchner? O por el contrario, ¿el Gobierno continuará el enfrentamiento profundizando las políticas anticampo o simplemente apostará a mantener las cosas tal cual están? ó ¿Será la campaña 2009/2010 otro ciclo marcado por los cortes de rutas?
Los referentes del campo consultados por LA NACION descartaron un cambio de rumbo de la política agropecuaria de los Kirchner. Para tener una visión desde el oficialismo, también se intentó contactar a la secretaria de Integración Nacional, María del Carmen Alarcón, y al presidente de la Comisión de Agricultura, el diputado kirchnerista Alberto Cantero Gutiérrez, sin éxito.
"Me cuesta ver un cambio de actitud del Gobierno, de acuerdo con los síntomas vigentes. Somos el enemigo visible, los adversarios con quien confrontar", definió el presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. "Los indicios que da la Casa Rosada no demuestran un cambio de actitud hacia nosotros", comentó el director de la Sociedad Rural Argentina por Entre Ríos, Luis Miguel Etchevehere.
"La política anticampo no es un hecho aislado en el kirchnerismo. Tiene un motivo, que es la búsqueda de más poder y recursos. Mientras el Gobierno tenga la plata de la soja, el futuro no le importa. Por eso veo difícil un cambio", dijo el vicepresidente 2° de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y diputado electo por Formosa, Ricardo Buryaile.
En este contexto, los consultados imaginan una campaña 2009/2010 sin cambios en la política agropecuaria. Otros arriesgan que la Presidenta gobernará por decreto desde diciembre e intentará frenar todos los intentos de independencia del nuevo Congreso.
"Me imagino al Gobierno tomando nuevas medidas contra el campo y a los productores reaccionando, porque la situación de gran parte del sector es crítica", señaló el diputado Esteban Bullrich (Pro-Capital Federal).
En las entidades agropecuarias , el pálpito generalizado es que a partir de ahora el Ejecutivo va a intentar imponerse sobre los demás poderes y que el Parlamento no va a poder actuar sin permiso de la Presidenta.
José Bustingorri, líder del combativo movimiento de los autoconvocados, el ala más dura de las bases, cree que la fórmula del Gobierno de ahora es más va a ser "desarrollar acciones tendientes a deteriorar al sector, pero con un discurso de diálogo, como lo ha hecho las últimas veces", explicó el autoconvocado, que es vicepresidente de la Sociedad Rural de Saladillo.
"También se dedicará a garantizarse la caja, pues gobierna en base a ésta y no con la Constitución", agregó.
Para Buryaile, en los próximos meses el campo no será el principal motivo de dolor de cabeza de los Kirchner. "Lo del campo es una escaramuza menor para lo que se viene. Hay cuestiones a resolver, como ajustar el festival de subsidios, recuperar la inversión en áreas estratégicas como la energía, resolver las dificultades de las provincias. Son cuestiones que no se van a poder eludir y quizás entonces vuelvan a disparar contra el agro para inventarse un enemigo y distraer la atención sobre los demás problemas."
Con este panorama a futuro, es inevitable pensar en que los productores se pasarán la mayor parte de la campaña 2009/2010 en las rutas. En este punto hay disensos, ya que mientras algunos creen que se viene una ola de protestas imparable, otros piensan que las entidades deben buscar una salida que no altere la paz social.
"Vamos a endurecer la protesta. Debemos culminar las movilizaciones en Capital Federal y permanecer allí, haciendo actos que le permitan a la gente del campo y la ciudad manifestar su rechazo al matrimonio Kirchner", dijo Bustingorri.
"El Gobierno es irracional, así que aunque nosotros confiamos en las vías institucionales para solucionar nuestro problema, no descartamos ningún tipo de acción", acotó Etchevehere.
Para Buzzi, el camino de las rutas no es el mejor sendero para lograr la paz entre las partes enfrentadas, y es fundamental encontrar otra salida.
"Los dirigentes tenemos que buscar un esquema que sea ganar-ganar, en donde el Gobierno no sienta que retrocede y los productores logremos algo. Hay que terminar con la irracionalidad, agudizar el ingenio para crear un marco de trabajo adonde se pueda resolver esto. No se puede seguir diciendo que se vaya Moreno, porque nadie espera con seriedad que este gobierno se desprenda de él o de Ricardo Echegaray [jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos], dando un signo que para ellos sería de debilidad", dijo Buzzi, para luego agregar que no sería una mala idea "traer una figura intermedia que medie entre las partes, y nos ayude a acercarnos".
Según el presidente de la Federación Agraria, el otro escenario, el de seguir confrontando por tiempo indeterminado, los asusta "porque es una locura seguir pensando en varios meses de protesta", expresó.
El rol del Congreso
Con éste pronóstico, que augura más peleas entre el Gobierno y el campo, y escasas posibilidades de lograr medidas en favor de la recuperación de la producción, otro interrogante que da vueltas es el del papel que jugará el Congreso de aquí en más, sobre todo teniendo en cuenta que una parte de la última iniciativa del Parlamento que respaldaba al campo fue vetada por la Presidenta.
"Hasta diciembre, los Kirchner se van a llevar puesto al Congreso. Ojalá que a partir de diciembre se ponga limites al Poder Ejecutivo, que es lo que votó la gente y lo que todos están esperando", dijo Etchevehere.
Esteban Bullrich dijo tener esperanzas en que el Congreso y el Poder Judicial jueguen un rol determinante en los próximos meses. "Tanto el Congreso como la Justicia pueden inclinar la balanza para un lado como para el otro. Además, creo que las entidades han aprendido en estos últimos años a trabajar con el Congreso y nosotros los diputados hemos aprendido a trabajar con ellos ante la gestión de reclamos genuinos del sector", dijo el legislador.
"En este contexto, creo que la actitud del Gobierno luego del 10 de diciembre va a depender de lo que ocurra en el Parlamento: si el Gobierno logra demostrar más poder que este, profundizará el modelo anticampo. En esto es fundamental el rol que nos toca a nosotros, la oposición", analizó el diputado de Pro.
Para Buzzi, "el Congreso es una oportunidad, aunque la Presidenta vete todo y se decida a gobernar por decreto".
Con la campaña 2009/2010 en marcha, y con buenos pronósticos de lluvias, los productores están poniendo todo su esfuerzo económico y técnico en lograr una cosecha mejor que la del ciclo anterior. Saben que el resto dependerá del acontecer político de los próximos meses, de la eficacia de la acción de las entidades rurales y de cómo se plante el Congreso a partir de diciembre frente al poder de los Kirchner.
Por Mercedes Colombres
De la Redacción de LA NACION
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