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jueves, 6 de julio de 2017

"El antecedente de Balbín dejará precedente para el desafuero a De Vido...?"


Con el pedido de desafuero y detención de Julio De Vido presentado por el fiscal Carlos Stornelli, que aún debe responder el juez Luis Rodríquez, se abre todo un debate acerca de cómo será la votación en la Cámara de Diputados en caso de que el magistrado dé curso a la solicitud. Ésta situación nos lleva a recordar el antecedente más emblemático: el desafuero del presidente de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín, en 1948. Ahora los ¿Los peronistas se comportarán con la misma rigurosidad y ética que entonces?


Haciendo historia; Balbín fue presidente del bloque radical y fue destituido en 1948 a pedido por el voto de los peronistas. El panorama hoy en el recinto (Cambiemos y el bloque de Sergio Massa –que también adelantó que votará a favor del desafuero suman poco más de 120 diputados. A ellos podrían sumarse los 17 de la bancada Justicialista de Diego Bossio y la centroizquierda. El Frente para la Victoria retiene 70 diputados. Entonces, la disputa será por los bloques provinciales. 
Cabe destacar que en una Cámara con asistencia completa de los legisladores (son 257 los diputados), los dos tercios se logran con 172). Esta situación nos lleva a recordar el antecedente más emblemático: el desafuero del presidente de la Unión Cívica Radical, Ricardo Balbín en la sesión del 29 del septiembre de 1948 en la Cámara de Diputados de la Nación, presidida por el peronista Héctor Cámpora, se votó el desafuero de Balbín.
La causa fue por desacato y por violar el artículo 244 del Código Penal, luego de que éste -en un discurso en la Asamblea de la UCR en el Congreso Nacional Agrario Rosario- convocara a la juventud a prepararse para realizar "una revolución social".
Ésa misma semana el juez federal santafesino, Alejandro Ferraronz, reclamó el desafuero parlamentario ante una demanda presentada por el diputado peronista Luis Roche. El jueves 29 de septiembre, el último día de sesiones ordinarias, el diputado oficialista Ángel Miel Asquía presentó la moción para que se iniciara el desafuero.
El diputado Vicente Magnasco habló de injurias, ofensas y descréditos contra el general Juan D. Perón. El radical Alfredo Vítolo calificó a la maniobra como una verdadera emboscada política. Al momento en que Vítolo estaba haciendo uso de la palabra, el legislador peronista José Astorgano levantó la mano para solicitar una moción. “Ahora van a pedir que se cierre el debate”, le dijo Frondizi en voz baja a un colega, según las versiones de la época. Y efectivamente éso fue lo que hizo el diputado Astorgano porque la moción fue inmediatamente apoyada por el presidente de la Cámara, Cámpora.
Dicen que nunca un trámite parlamentario de desafuero fue tan rápido y tan poco preocupante por los procedimientos legales y la única chance que se le dió a la oposición, fue de permitirle a Balbín usar de la palabra. “Algunos de los que han de votar en mi contra esta tarde me aplaudían cuando usaba este lenguaje contra Uriburu. Muchos de los que han de votar esta tarde eran mis amigos en la lucha contra el fraude. ¿Qué culpa tengo yo si sigo creyendo lo de antes y ellos han cambiado lealmente sus convicciones?”, acotó.
Allí también señaló que Perón jugaba con cartas marcadas, porque “para ofender adopta la posición de líder y para procesar, la de presidente”. “¿Cómo quiere que respondamos nosotros, cuando él dice que somos la antipatria, o traidores al país?”, preguntó Balbín, y continuó: "No me detendré en la puerta de mi casa a ver pasar el cadáver de nadie, pero estaré sentado en la vereda de mi casa para ver pasar los funerales de la dictadura”. Y luego, remató: “Si éste es el precio por haber presidido el bloque, que es una reserva moral del país...?, han cobrado barato. Fusilándome estaríamos a mano”.
La votación fue previsible: 109 a 41 y Balbín aceptó la destitución aunque sabía que lo esperaba la cárcel, rechazó la oferta de indulto por parte de Perón y también declinó la sugerencia del exilio.


El 12 de marzo de 1950, el día de las elecciones en provincia de Buenos Aires, donde fue candidato a gobernador, fue detenido en La Plata. El fiscal pidió doce años de cárcel, pero lo condenaron a cinco. Balbín estuvo preso desde el 12 de marzo de 1950 hasta el 2 de enero de 1951, cuándo Perón decidió indultarlo y él no pudo negarse. Entonces, con éste antecedente emblemático, surge una inquietud: con el caso de De Vido, los peronistas de hoy ...¿se comportarán con la misma rigurosidad y responsabilidad ética y moral que en el '48 o se convertirán en cómplices callados y mirando hacia otro lado...?



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