El 2 de abril en que Argentina festeja el día de la Soberanía sobre Malvinas se dió a conocer un informe sobre el espionaje que había sido revelado por el sitio TN.com.ar, al divulgar en forma exclusiva documentos de Snowden sobre el gobierno británico para sostener el poder sobre Malvinas, aprovechando la vulnerabilidad de la seguridad de Argentina. El Gobierno de Gran Bretaña espió las comunicaciones de “líderes y jefes militares” argentinos en forma secreta, con el objetivo de recolectar información de “alta prioridad”.
La operación fue llevada a cabo por uno de organismos de Inteligencia más sofisticados y poderosos del Reino Unido, el Cuartel General de Comunicaciones (GCHQ, por sus siglas en inglés). Ésos informes muestran que en el 2008, los organismos de Inteligencia de Gran Bretaña definieron a la Argentina como un objetivo de “principal interés”. Las acciones se enfocaron en la intercepción de las antenas de la tecnología llamada TETRA (Radios con antenas terrestres, según sus siglas en inglés), una “red” que se suele utilizar para los teléfonos celulares que se realizan por el sistema GSM.Según especialistas en comunicaciones, ésas antenas son las que suelen usar también las fuerzas policiales, los militares, las agencias de seguridad y también los bomberos y las ambulancias. Los ingleses afirman que su objetivo al interceptar las comunicaciones era conocer si la Argentina puede monitorear los buques británicos que navegan hacia las Islas Malvinas ya que es intención de los ingleses enviar un submarino atómico. Más allá de ése objetivo militar, surgen dudas sobre como el espionaje de Gran Bretaña podría haber seguido los movimientos de las importantes autoridades nacionales a través de ése sistema.
Contrainteligencia significa detectar la inteligencia del enemigo. Los documentos de Snowden revelados por TN demuestran que Gran Bretaña realizó un espionaje masivo e intrusivo sobre la Argentina, al menos desde 2010 tanto para conocer su real capacidad militar, para un hipotético nuevo desembarco en Malvinas, cómo así para saber que hablaban sus líderes políticos, y el responsable de la contrainteligencia militar se llama Milani que tenía ésa tarea el 2010, cuándo la entonces ministra de Defensa Nilda Garré lo entronizó como jefe de espionaje del Ejército, contra viento y marea, y el año pasado Cristina le dió un presupuesto de 450 millones de pesos para restaurar la Inteligencia del Ejército. Así Milani consigue tener equipos de “guerra electrónica” más sofisticados que los de la ex SIDE, por lo cuál ahora es necesario saber si... ¿los habrá usado para intentar saber si los ingleses nos estaban espiando ó para espiar a opositores periodistas y críticos del Gobierno?, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, dijo que no fue para lo primero. “Yo no estaba al tanto”, dijo el ministro sobre éste espionaje inglés.
RT/Actualidad
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