La presidenta Cristina Kirchner sientiéndose como de la casa al entrar al Congreso para inaugurar las sesiones parlamentarias, redobló la apuesta con decisión tras anunciar ante la Asamblea Legislativa que derogaba el DNU 2010/09, que creó el polémico Fondo del Bicentenario, y comunicó la firma de dos nuevos decretos, uno simple y otro de necesidad y urgencia, por los cuales dispuso de US$ 6500 millones de reservas de libre disponibilidad del Banco Central (BCRA) para el pago de deuda con los organismos multilaterales y con los tenedores de títulos.
El anuncio provocó escozor y descolocó a una oposición que mismo había comenzado a tomar medidas destinadas a tratar de detener una jugada que el Gobierno, alertado por el fiasco del DNU anterior, puso en práctica apenas unas horas después del discurso de la jefa del Estado en el Congreso.
La jugada política utilizada por el Poder Ejecutivo para hacerse de los fondos del BCRA fue un golpetazo final del discurso sobre el Estado de la Nación con el que la Presidenta dejó inaugurado ayer el 128° período de sesiones ordinarias del Congreso.
Además de asegurarse los fondos que tanto anhelaba, el paquete de medidas anunciado por CFK contempla la creación de una comisión bicameral destinada a seguir y controlar cada uno de los pagos que se realizarán este año.
La resolución es, inédita y avasalla los reglamentos de ambas cámaras parlamentarias, que son las únicas habilitadas para crear ese tipo de comisiones por resolución o por ley, por lo cuál algunos legisladores se opusieron.
Fue una Asamblea Legislativa cargada de alta tensión política como no se tiene antecedente, ante la cuál la jefa del Estado desgranó un discurso de fuerte tono autorreferencial, decididamente polarizado entre los logros de su gestión y una heterogénea oposición, compuesta por políticos, empresarios y medios de comunicación.
Según Cristina Kirchner en la Argentina existen dos países. Uno es "el país real", en el que "se batieron récords" de producción y crecimiento, con disminución del desempleo y de la pobreza y en la que la inflación no tuvo ninguna mención en 96 minutos de discurso, y el otro, "virtual y mediático", en donde suceden cosas horribles, nada está bien, y donde todo para algunos anda mal".
Se pudo apreciar desde el momento en el que ingresó en el recinto de la Cámara de Diputados devolvió los aplausos y la marcha peronista que le dedicaron desde unos palcos estratégicamente poblados por militantes kirchneristas llevándose el puño derecho al corazón para después extender el brazo con los dedos en V.
Además de los decretos para vencer la resistencia parlamentaria al uso de las reservas del BCRA, la Presidenta dejó flotando un elíptico anuncio sobre la necesidad de una "profunda reforma" en la Justicia que sonó como velada amenaza hacia un Poder Judicial que se mostró reacio a permitirle hacerse de los fondos del BCRA y al que acusó de ser permeable a los intereses del "resto de las fuerzas políticas", con lo cual excluyó al oficialismo, y de los "poderes económicos concentrados".
"Necesitamos jueces que fallen no de acuerdo con la tapa de Clarín , sino con la del Código Civil y con la del Código Penal", dijo antes de denunciar que hay magistrados que liberan detenidos "porque están tabulados los precios de excarcelaciones o eximiciones de prisión", lo que permite, afirmó, que "los presos entren por una puerta y salgan por la otra".
Siempre haciendo hincapié en la existencia de esos dos países diametralmente opuestos, la jefa del Estado también dedicó párrafos para los productores agropecuarios y, en tono admonitorio y de enseñanza escolar, a la dirigencia política opositora. Sin embargo, minutos antes les había enrostrado una dura y amarga queja por sus críticas, al afirmar que "si el aire se cobrara y cada uno que hablara arriesgara pronósticos o formulara políticas tuviera que pagar por utilizar esa porción de oxígeno, se dirían muchas menos tonterías en la República Argentina".
En su final del discurso, CFK se declaró apasionada por el debate, algo que llamó la atención teniendo en cuenta que acababa de anunciar, el mismo día que inauguraba las sesiones ordinarias del Congreso, una medida que elude la discusión parlamentaria del arreglo de la deuda, algo reclamado por toda la oposición.
La inauguración del 128° período de sesiones ordinarias del Congreso se tomaron varios faltazos del elenco opositor por parte de la presidenta del bloque de la Coalición Cívica, Elisa Carrió (Capital), se sumó la de los senadores del PJ disidente Carlos Reutemann (Santa Fe), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Juan Carlos Romero (Salta) e Hilda Duhalde (Buenos Aires) y el ex presidente Carlos Menem (La Rioja).
Ya la diputada Carrió tenía cuestionado al resto de la oposición por no haber seguido sus pasos. "Yo sabía que íbamos hacia una trampa en la Asamblea Legislativa -sostuvo-" No se les puede dar ventajas a los Kirchner; a los tibios los vomita Dios".
Algunas frases elocuentes comentó como, "No solamente hemos creado este año el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, sino que además ya llevamos autorizadas más de 4,3 millones de toneladas de trigo que se han exportado. ¿Y saben por qué no las habíamos autorizado antes? Porque no las habían declarado. Este es el otro problema. Quiero explicar: si siguen declarando, vamos a autorizar más".
También hubo un gesto referencial hacia las Fuerzas Amadas; "La Argentina virtual y mediática planteó que odiábamos a las Fuerzas Armadas. ¡Por Dios! ¿Nosotros, los peronistas, contra los militares? ¡Somos el único partido vigente en la Argentina fundado por un general! (?) Al contrario: creo que han humillado mucho más a las Fuerzas Armadas los que las redujeron a ser simples encapuchados en lugar de defensores de la soberanía nacional."
Defendió el aumento docente al decir "El otro día, cuando fijamos con 15 días de anticipación el tema del piso salarial, desde algunos sectores se nos criticó diciendo que estábamos incrementando los salarios docentes. En realidad, lo único que estábamos haciendo era cumplir con la ley y fijar un piso salarial mínimo para asegurar la equidad educativa de todos los docentes, de todos los maestros de la República Argentina."
Superávit, pero no siempre
"¡Cómo no se va a reducir el superávit fiscal en un año de crisis! Seríamos casi criminales, además de estúpidos, si quisiéramos mantener el superávit. ¿Por qué? Porque en la primera parte hambrearíamos a la gente y en la segunda parte, comenzaríamos con el déficit (...) Los superávits gemelos, fiscal y comercial, fueron bandera de esta gestión y pilares del crecimiento."
Corte ejemplar e independiente
"Ya que hablamos de justicia, también hay una Argentina virtual y otra real. La real es la que dio la Corte de Justicia más independiente del Gobierno que se recuerde en toda la historia de la República (...) Necesitamos una Justicia que sea independiente del resto de los poderes políticos y económicos concentrados. Jueces que fallen de acuerdo al Código Civil y Penal."
Más obras de infraestructura
"Con los 34 o 36.000 millones presupuestados para este año 2010 hemos crecido en infraestructura el 3853% en materia de inversión. Parte de ello son las escuelas, parte son las viviendas, parte es el agua potable para más de 5 millones de habitantes y parte es el saneamiento para más de 8 millones de habitantes (...) Hemos crecido en transporte de energía."
Ironía dedicada a la oposición
"Uno de los principales problemas que tenemos en la República Argentina es que el aire es gratis. Estoy segura de que si el aire se cobrara y, entonces, cada uno que hablara, arriesgara pronósticos o formulara políticas tuviera que pagar por utilizar esa porción de oxígeno, se dirían muchas menos tonterías en la República Argentina."
Por otra parte en la tarde del día anterior la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, convocaba de urgencia al directorio del organismo. Ya sabía desde la noche anterior, cuando se había reunido con la jefa del Estado en Olivos en el más estricto secreto, del decreto con el que la Presidenta pretendía dar por cerrado el capítulo de disputa que se abrió desde que creó el Fondo del Bicentenario, que ayer fue derogado. Las gerencias legales del Banco Central emitían dictamen al mediodía, poco antes de que finalizara el discurso presidencial. Y el directorio ordenaba abrir las cuentas del Tesoro y transfería automáticamente los fondos al Gobierno.
En tanto, el ministro de Economía, Amado Boudou, que faltó llamativamente al Congreso, aceleraba la redacción de la reglamentación. En las oficinas del Boletín Oficial esperaban los decretos para imprimir esa misma tarde un suplemento especial. Todo el círculo quedaba así completamente cerrado, en menos de ocho horas.
Los anuncios de la presidenta sobre el nuevo intento de usar las reservas para pagar a los tenedores de bonos en defaul fue un desconcierto. Sobre todo para quienes creyeron ver en el camino elegido una repetición bastante parecida de la fórmula que, hace ocho semanas, abrió la puerta a los embargos del juez Thomas Griesa.
"No se entiende. Es la propia presidenta la que envía un bombazo contra el pretendido canje", dijo Mark Botsford, quien representa a inversores individuales. "Este anuncio es increíble. Es el propio gobierno el que da argumentos a quienes están litigando en los tribunales internacionales para que se les pague el dinero que la Argentina les debe", añadió.
El nuevo recurso presidencial fortalecía la figura del "alter ego", que usó el juez Griesa para sus embargos contra la Argentina con la idea que el Banco Central no era independiente del gobierno así como Robert Shapiro, presidente de la Task Force Argentina, que, desde hace años, reclama el pago total del dinero adeudado a los tenedores de bonos.En el fondo, lo que hace la presidenta quiere es demostrar que pretende usar las reservas como mejor le convenga a sus intereses, sin importarle lo que digan las demás instituciones", dijo Shapiro,expresó.
"Más allá de eso, dudo de que este nuevo intento por hacer su voluntad llegue a buen puerto. El Congreso y la Justicia se están haciendo oír y la impresión es que el gobierno pretende hacer como que se está moviendo para pagar la deuda. Pero, en realidad, los caminos que elige no son los correctos". Entonces? ¿cuál es su intención?", se preguntó.
"Lo que aquí está pendiente es una negociación de buena fe con todos los acreedores de la Argentina. Y no sólo con un grupo de fondos buitre, como pretende hacer el gobierno", concluyó Shapiro, vocero de una de las entidades que más reclama el pago de la deuda y las apuestas siguen siendo para los fondos Gramrecy, Aberdeen y Fidelity, entre otros.
"Todo aquel que compró bonos por la cuarta parte de su valor, venderlos a un 40 o cincuenta por ciento? es un gran negocio", insistió Shapiro. "Pero no es eso lo que abre al país la puerta al mercado de capitales", sentenció.
En forma paralela, se conoció un nuevo pedido a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para que presione al gobierno argentino al pago de la deuda "a todos" sus acreedores y "no sólo a un grupo elegido". La nota está firmada por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, y fue firmada por el diputado Russ Carnahan, demócrata por Misssouri.
En sentido contrario, la buena noticia que tuvo ayer la Argentina fue que ya no figura como país con problemas de lavado de dinero para la evaluación que todos los años realiza el Departamento de Estado, al que había llegado por la controvertida ley de "blanqueo" fiscal, promovida por el gobierno y al publicarse la nueva edición del informe sobre Narcotráfico y lavado de dinero, la Argentina había desaparecido del listado de países en la mira.
Finalmente el diputado nacional de la Ciudad de Buenos Aires, Ricardo Gil Lavedra, afirmó, después de finalizado el discurso de la presidenta Cristina Kirchner, que "no hay ninguna necesidad ni urgencia para cambiar un DNU por otro. El Congreso está en pleno funcionamiento y es una burla que en el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso, la presidenta pretenda legislar por adelantado".
Con la primera sesión parlamentaria la oposición del Senado con el voto del ex presidente Menem consiguió el control pleno de las 25 comisiones al quedarse con la mayoría de 13 presidencia de los integrantes. En la misma sesión el radicalismo, justicialismo y otros prtidos provinciales lograron modificar la conformación bicameral que controla los DNU quedando cinco de los ocho legisladores que le corresponde al Senado.
Por su parte el senador Carlos Menem calificó a la titular del Banco Central Mercedes Marcó del Pont como funcionaria inteligente y capaz al asegurar que estudiará el pliego que los bloques opositores rechazaron por tener autorizado y girado el uso de reservas. El voto de Menem será clave para resolver la decisión del destino futuro de la funcionaria.
El anuncio provocó escozor y descolocó a una oposición que mismo había comenzado a tomar medidas destinadas a tratar de detener una jugada que el Gobierno, alertado por el fiasco del DNU anterior, puso en práctica apenas unas horas después del discurso de la jefa del Estado en el Congreso.
La jugada política utilizada por el Poder Ejecutivo para hacerse de los fondos del BCRA fue un golpetazo final del discurso sobre el Estado de la Nación con el que la Presidenta dejó inaugurado ayer el 128° período de sesiones ordinarias del Congreso.
Además de asegurarse los fondos que tanto anhelaba, el paquete de medidas anunciado por CFK contempla la creación de una comisión bicameral destinada a seguir y controlar cada uno de los pagos que se realizarán este año.
La resolución es, inédita y avasalla los reglamentos de ambas cámaras parlamentarias, que son las únicas habilitadas para crear ese tipo de comisiones por resolución o por ley, por lo cuál algunos legisladores se opusieron.
Fue una Asamblea Legislativa cargada de alta tensión política como no se tiene antecedente, ante la cuál la jefa del Estado desgranó un discurso de fuerte tono autorreferencial, decididamente polarizado entre los logros de su gestión y una heterogénea oposición, compuesta por políticos, empresarios y medios de comunicación.
Según Cristina Kirchner en la Argentina existen dos países. Uno es "el país real", en el que "se batieron récords" de producción y crecimiento, con disminución del desempleo y de la pobreza y en la que la inflación no tuvo ninguna mención en 96 minutos de discurso, y el otro, "virtual y mediático", en donde suceden cosas horribles, nada está bien, y donde todo para algunos anda mal".
Se pudo apreciar desde el momento en el que ingresó en el recinto de la Cámara de Diputados devolvió los aplausos y la marcha peronista que le dedicaron desde unos palcos estratégicamente poblados por militantes kirchneristas llevándose el puño derecho al corazón para después extender el brazo con los dedos en V.
Además de los decretos para vencer la resistencia parlamentaria al uso de las reservas del BCRA, la Presidenta dejó flotando un elíptico anuncio sobre la necesidad de una "profunda reforma" en la Justicia que sonó como velada amenaza hacia un Poder Judicial que se mostró reacio a permitirle hacerse de los fondos del BCRA y al que acusó de ser permeable a los intereses del "resto de las fuerzas políticas", con lo cual excluyó al oficialismo, y de los "poderes económicos concentrados".
"Necesitamos jueces que fallen no de acuerdo con la tapa de Clarín , sino con la del Código Civil y con la del Código Penal", dijo antes de denunciar que hay magistrados que liberan detenidos "porque están tabulados los precios de excarcelaciones o eximiciones de prisión", lo que permite, afirmó, que "los presos entren por una puerta y salgan por la otra".
Siempre haciendo hincapié en la existencia de esos dos países diametralmente opuestos, la jefa del Estado también dedicó párrafos para los productores agropecuarios y, en tono admonitorio y de enseñanza escolar, a la dirigencia política opositora. Sin embargo, minutos antes les había enrostrado una dura y amarga queja por sus críticas, al afirmar que "si el aire se cobrara y cada uno que hablara arriesgara pronósticos o formulara políticas tuviera que pagar por utilizar esa porción de oxígeno, se dirían muchas menos tonterías en la República Argentina".
En su final del discurso, CFK se declaró apasionada por el debate, algo que llamó la atención teniendo en cuenta que acababa de anunciar, el mismo día que inauguraba las sesiones ordinarias del Congreso, una medida que elude la discusión parlamentaria del arreglo de la deuda, algo reclamado por toda la oposición.
La inauguración del 128° período de sesiones ordinarias del Congreso se tomaron varios faltazos del elenco opositor por parte de la presidenta del bloque de la Coalición Cívica, Elisa Carrió (Capital), se sumó la de los senadores del PJ disidente Carlos Reutemann (Santa Fe), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Juan Carlos Romero (Salta) e Hilda Duhalde (Buenos Aires) y el ex presidente Carlos Menem (La Rioja).
Ya la diputada Carrió tenía cuestionado al resto de la oposición por no haber seguido sus pasos. "Yo sabía que íbamos hacia una trampa en la Asamblea Legislativa -sostuvo-" No se les puede dar ventajas a los Kirchner; a los tibios los vomita Dios".
Algunas frases elocuentes comentó como, "No solamente hemos creado este año el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, sino que además ya llevamos autorizadas más de 4,3 millones de toneladas de trigo que se han exportado. ¿Y saben por qué no las habíamos autorizado antes? Porque no las habían declarado. Este es el otro problema. Quiero explicar: si siguen declarando, vamos a autorizar más".
También hubo un gesto referencial hacia las Fuerzas Amadas; "La Argentina virtual y mediática planteó que odiábamos a las Fuerzas Armadas. ¡Por Dios! ¿Nosotros, los peronistas, contra los militares? ¡Somos el único partido vigente en la Argentina fundado por un general! (?) Al contrario: creo que han humillado mucho más a las Fuerzas Armadas los que las redujeron a ser simples encapuchados en lugar de defensores de la soberanía nacional."
Defendió el aumento docente al decir "El otro día, cuando fijamos con 15 días de anticipación el tema del piso salarial, desde algunos sectores se nos criticó diciendo que estábamos incrementando los salarios docentes. En realidad, lo único que estábamos haciendo era cumplir con la ley y fijar un piso salarial mínimo para asegurar la equidad educativa de todos los docentes, de todos los maestros de la República Argentina."
Superávit, pero no siempre
"¡Cómo no se va a reducir el superávit fiscal en un año de crisis! Seríamos casi criminales, además de estúpidos, si quisiéramos mantener el superávit. ¿Por qué? Porque en la primera parte hambrearíamos a la gente y en la segunda parte, comenzaríamos con el déficit (...) Los superávits gemelos, fiscal y comercial, fueron bandera de esta gestión y pilares del crecimiento."
Corte ejemplar e independiente
"Ya que hablamos de justicia, también hay una Argentina virtual y otra real. La real es la que dio la Corte de Justicia más independiente del Gobierno que se recuerde en toda la historia de la República (...) Necesitamos una Justicia que sea independiente del resto de los poderes políticos y económicos concentrados. Jueces que fallen de acuerdo al Código Civil y Penal."
Más obras de infraestructura
"Con los 34 o 36.000 millones presupuestados para este año 2010 hemos crecido en infraestructura el 3853% en materia de inversión. Parte de ello son las escuelas, parte son las viviendas, parte es el agua potable para más de 5 millones de habitantes y parte es el saneamiento para más de 8 millones de habitantes (...) Hemos crecido en transporte de energía."
Ironía dedicada a la oposición
"Uno de los principales problemas que tenemos en la República Argentina es que el aire es gratis. Estoy segura de que si el aire se cobrara y, entonces, cada uno que hablara, arriesgara pronósticos o formulara políticas tuviera que pagar por utilizar esa porción de oxígeno, se dirían muchas menos tonterías en la República Argentina."
Por otra parte en la tarde del día anterior la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, convocaba de urgencia al directorio del organismo. Ya sabía desde la noche anterior, cuando se había reunido con la jefa del Estado en Olivos en el más estricto secreto, del decreto con el que la Presidenta pretendía dar por cerrado el capítulo de disputa que se abrió desde que creó el Fondo del Bicentenario, que ayer fue derogado. Las gerencias legales del Banco Central emitían dictamen al mediodía, poco antes de que finalizara el discurso presidencial. Y el directorio ordenaba abrir las cuentas del Tesoro y transfería automáticamente los fondos al Gobierno.
En tanto, el ministro de Economía, Amado Boudou, que faltó llamativamente al Congreso, aceleraba la redacción de la reglamentación. En las oficinas del Boletín Oficial esperaban los decretos para imprimir esa misma tarde un suplemento especial. Todo el círculo quedaba así completamente cerrado, en menos de ocho horas.
Los anuncios de la presidenta sobre el nuevo intento de usar las reservas para pagar a los tenedores de bonos en defaul fue un desconcierto. Sobre todo para quienes creyeron ver en el camino elegido una repetición bastante parecida de la fórmula que, hace ocho semanas, abrió la puerta a los embargos del juez Thomas Griesa.
"No se entiende. Es la propia presidenta la que envía un bombazo contra el pretendido canje", dijo Mark Botsford, quien representa a inversores individuales. "Este anuncio es increíble. Es el propio gobierno el que da argumentos a quienes están litigando en los tribunales internacionales para que se les pague el dinero que la Argentina les debe", añadió.
El nuevo recurso presidencial fortalecía la figura del "alter ego", que usó el juez Griesa para sus embargos contra la Argentina con la idea que el Banco Central no era independiente del gobierno así como Robert Shapiro, presidente de la Task Force Argentina, que, desde hace años, reclama el pago total del dinero adeudado a los tenedores de bonos.En el fondo, lo que hace la presidenta quiere es demostrar que pretende usar las reservas como mejor le convenga a sus intereses, sin importarle lo que digan las demás instituciones", dijo Shapiro,expresó.
"Más allá de eso, dudo de que este nuevo intento por hacer su voluntad llegue a buen puerto. El Congreso y la Justicia se están haciendo oír y la impresión es que el gobierno pretende hacer como que se está moviendo para pagar la deuda. Pero, en realidad, los caminos que elige no son los correctos". Entonces? ¿cuál es su intención?", se preguntó.
"Lo que aquí está pendiente es una negociación de buena fe con todos los acreedores de la Argentina. Y no sólo con un grupo de fondos buitre, como pretende hacer el gobierno", concluyó Shapiro, vocero de una de las entidades que más reclama el pago de la deuda y las apuestas siguen siendo para los fondos Gramrecy, Aberdeen y Fidelity, entre otros.
"Todo aquel que compró bonos por la cuarta parte de su valor, venderlos a un 40 o cincuenta por ciento? es un gran negocio", insistió Shapiro. "Pero no es eso lo que abre al país la puerta al mercado de capitales", sentenció.
En forma paralela, se conoció un nuevo pedido a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para que presione al gobierno argentino al pago de la deuda "a todos" sus acreedores y "no sólo a un grupo elegido". La nota está firmada por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, y fue firmada por el diputado Russ Carnahan, demócrata por Misssouri.
En sentido contrario, la buena noticia que tuvo ayer la Argentina fue que ya no figura como país con problemas de lavado de dinero para la evaluación que todos los años realiza el Departamento de Estado, al que había llegado por la controvertida ley de "blanqueo" fiscal, promovida por el gobierno y al publicarse la nueva edición del informe sobre Narcotráfico y lavado de dinero, la Argentina había desaparecido del listado de países en la mira.
Finalmente el diputado nacional de la Ciudad de Buenos Aires, Ricardo Gil Lavedra, afirmó, después de finalizado el discurso de la presidenta Cristina Kirchner, que "no hay ninguna necesidad ni urgencia para cambiar un DNU por otro. El Congreso está en pleno funcionamiento y es una burla que en el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso, la presidenta pretenda legislar por adelantado".
Con la primera sesión parlamentaria la oposición del Senado con el voto del ex presidente Menem consiguió el control pleno de las 25 comisiones al quedarse con la mayoría de 13 presidencia de los integrantes. En la misma sesión el radicalismo, justicialismo y otros prtidos provinciales lograron modificar la conformación bicameral que controla los DNU quedando cinco de los ocho legisladores que le corresponde al Senado.
Por su parte el senador Carlos Menem calificó a la titular del Banco Central Mercedes Marcó del Pont como funcionaria inteligente y capaz al asegurar que estudiará el pliego que los bloques opositores rechazaron por tener autorizado y girado el uso de reservas. El voto de Menem será clave para resolver la decisión del destino futuro de la funcionaria.
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