Expo ganadera con poco ánimo, escaso interés y mucha dispersión

El diputado de Unión Pro Felipe Solá, consideró que los dirigentes del agro "estuvieron demasiado agresivos" y "se pasaron de rosca" en sus exigencias al Gobierno al hacer referencia a la conferencia que reunió mil personas con la Comisión de Enlace en la Rural al aceptar la invitación del Gobierno a dialogar. Estuvieron demasiado agresivos, en un discurso más que una conferencia de prensa donde el campo había puesto como condición aceptar la convocatoria de la Casa Rosada para que surjan las respuestas a pedidos concretos que hizo el sector. "Iremos y exigiremos", lo graficó el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati.
Por su parte el jefe de la bancada de la UCR en el Senado, Ernesto Sanz, opinó que la Comisión de Enlace está en todo su derecho de reclamar, como lo viene haciendo, por las cuestiones del campo, pero consideró que "el único límite que hay que cuidar es que en el fragor de las propuestas amplíen sus expectativas hasta querer armar una agenda política; porque para eso está el Congreso", reparó Sanz.
Una tensa relación entre el Gobierno y el sector rural se tendrá en la próxima reunión por causa de éstas expresiones con que los ruralistas en Casa de Gobieno deberán enfrentar al no tener creado el clima adecuado de lo que quieren dialogar.
Funcionarios y ruralistas parecen sentirse mucho más cómodos en la beligerancia y la confrontación que en la práctica de conversar, si ésto no fuera motivo para solución de un conflicto necesario para la recuperación económica del país.
Los líderes del campo priorizan, lo que ellos consideran triunfos políticos, al obtenerlos como victoria por un voto no positivo de Julio Cobos en el parlamento, pero de ahí en más no consiguieron sus soluciones económicas que vienen exigiendo y tienen con el campo.
Aún cuando todas esas especulaciones fueran ciertas, el Gobierno, se regodea con las reincidentes venganzas administrativas contra los campesinos al dificultar las exportaciones, mantener el mismo nivel de retenciones y ni toma en cuenta sus necesidades frente a la última sequía.
Mantener a Guillermo Moreno y a Ricardo Echegaray en el Gobierno, cuándo los funcionarios quieren dialogar con los productores agropecuarios, será un diálogo de sordos que no tendrá crédito al no tener propuestas válidas y ser un contrasentido. Moreno es un destructor de la industria cárnica argentina al mandar al país en caída de sus exportaciones al mundo y puede conseguir que la Argentina termine importando carne del Uruguay y trigo en un futuro próximo.
Echegaray en el Oncca ha conseguido filtrar las exportaciones agropecuarias al crear requisitos burocráticos para exportar, y ha eliminado todas las vías rápidas de comercialización de granos y carnes en el exterior, creando además prácticas corruptas o condiciones para ello, y con la AFIP, Echegaray fue recaudador de impuestos en una persecución política a los campesinos, por lo cuál tanto Moreno y Echegaray son ejemplos prácticos como exponentes de una política agresiva contra la producción agropecuaria, en donde se mezclan la voracidad fiscal y una ideología anticuada.
De parte de los productores las cosas no están mejor, sus principales dirigentes agropecuarios hicieron en el predio de la Rural un acto político de inclemente oposición, donde se habló mal del gobierno K, de su nuevo jefe de Gabinete, del gobernador Daniel Scioli, que 48 horas antes había visitado con su inesperada presencia por la exposición rural.
Los dirigentes agropecuarios hablaron duramente en un acto lleno de productores ofendidos al decir que 18 meses de conflicto, no mejoraron las cosas y ha servido para crear un ánimo antikirchnerista insoslayable en los productores.
Y no dejan de tener razón por no conseguir un diálogo más fructífero entre adversarios y disidentes al no conseguir superar las ofensas del pasado. Así el Gobierno ni los ruralistas caminan hacia un encuentro que busca encontrar llegar a un acuerdo y continúan más cerca de la ruptura o prepararse para una lucha política en el futuro desde el parlamento.
En rigor, desde hace un tiempo algunos opositores consideran en reserva que el campo se extralimita en sus reclamos y se involucró en áreas que exceden largamente la problemática rural. Por eso las aguas están divididas, mientras algunos ven con buenos ojos que el ruralismo se haya metido de lleno en la arena política y ésto puede incrementarse en las sesiones parlamentarias a partir de diciembre cuando comience a funcionar el Congreso, y se traten con opinión todos los temas relevantes, otros creen que debería limitarse a los reclamos sectoriales pero todo cierra con nuesto individualismo que no conseguimos superar; "lo imposible lo hacemos de inmediato pero lo posible nos lleva mucho tiempo... y la única verdad es la que nos indica la realidad..."