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lunes, 13 de febrero de 2017

"Los negociados fructíferos del clán: Grupo Macri"



Un país en que la "Justicia no condena la corrupción, aprueba que se haga" 

Con la caída del fascismo en Italia significó para la familia Macri el inicio de una nueva y exitosa etapa fuera de Europa. Franco Macri nieto de un ministro de Obras Públicas del gobierno de Benito Mussolini, emprendió viaje a Argentina producto de la separación de sus padres en el marco de la caída del gobierno nazi.
Hábil para los negocios y para establecer relaciones se casó con la hija de una familia de la aristocracia agrícola de Tandil, los Blanco Villegas, lo que le permitió ingresar al mundo de los negocios estatales y en 1958 nace su hijo Mauricio.
Durante el gobierno militar del Proceso de Reorganización Nacional de Juan Carlos Onganía se inició en lo que luego sería su especialidad: realizar millonarios negocios a expensas del Estado. Asociado con su familia política, comenzó haciendo negocios ganaderos ligados a la exportación de carne, facilitados por el Estado, al decidir transferir ése monopolio a una empresa mixta entre el Estado y su familia.
Durante la década del 60 de la "Patria contratista" surge Impresit-Sideco, la asociación entre Macri y la empresa constructora de Fiat. A través de ella construyen la primera central nuclear argentina y de América del Sur que logra relaciones con varios funcionarios y amigos de la dictadura militar, y tener incidencia en las decisiones de la Comisión de Energía Atómica (CNEA) para quedarse con varias licitaciones en las centrales nucleares de Atucha y Embalse Rio III y para el diseño de plantas industriales, eléctricas, puertos, viviendas.
Con la llegada del gobierno de Perón en 1973 su suerte no cambia, sus socios lograron una afinidad especial con José López Rega que le permitió quedarse con licitaciones para la construcción de viviendas. Entre los años 1973 y 1976, el grupo Macri creció considerablemente, creando varias empresas y expandiéndose a otras áreas como los bancos.
Fiat-Sevel y Socma fueron 2 de las empresas beneficiadas donde el mecanismo incluía la trasformación en deuda pública de los sectores privados y la generación de un sistema utilizado por los empresarios para fraguar autopréstamos. La estatización de la deuda pública para el grupo fue por 170 millones de dólares donde comienza los orígenes de su fortuna y su crecimiento.
En 1973, el clan Macri era propietario de 7 empresas y finalizada la dictadura en 1983 ascendía a 47 al obtener en sus negocios importantes condonaciones de deudas con Sevel que en 1983 adeudaba 124 millones de dólares junto a; Acindar del ex ministro de Economía Alfredo Martínez de Hoz, con 649 millones; Compañía Naviera de la familia Pérez Companc, con 211 millones; y "Loma Negra" de los Fortabat, con 62 millones. También hay otras corporaciones multinacionales como Techint, IBM, Ford y Fiat. y por supuesto incluye al sector financiero: Banco Río, Francés, Citibank y Supervielle, Grupo SADE e Industrias Metalúrgicas Pescarmona, entre otras 60 más beneficiadas.


En enero de 1976 unos meses antes del inicio de la última y más cruel dictadura militar, Franco Macri presenta en sociedad al holding familiar SOCMA, que será un gran beneficiario de importantes licitaciones durante la dictadura, entre ellas: la represa Yaciretá, la construcción del puente Misiones-Encarnación, la central termoeléctrica de Río Tercero y de Luján de Cuyo, la recolección de residuos de la Ciudad de Buenos Aires con la creación de Manliba en 1979 que se renovaba cada 5 años hasta que el gobierno de la Ciudad rescindió su contrato con un litigio, entre otras.
Durante ésa época compra Fiat con un acuerdo prefijado para llevar adelante el cierre de las plantas y los despidos porque lo mejor estaba por venir con la "Patria financiera"y la estatización de la deuda decretada en 1982, cuándo Domingo Cavallo estaba al frente del Banco Central y Fiat-Sevel y Socma fueron 2 de las empresas beneficiadas con la "convertibilidad".
El mecanismo incluía, además de la trasformación en deuda pública de sectores privados, la generación de un sistema utilizado por los empresarios para fraguar autopréstamos. La estatización de la deuda pública del grupo fue por 170 millones de dólares que repercutió pagarla por el pueblo argentino por ser ilegal e ilegítima, y encontró ligadas a SOCMA, Bridas, Gregorio Pérez Companc, Bulgheroni, Renauld Arg. Grupo Clarín, La Nación, Papel Prensa entre otras.
La empresa Intron cuya propiedad comparte SOCMA con la multinacional alemana Siemens, se encarga del negocio de la administración de recursos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que también controla a otra empresa como SEPSA más conocida como "Pago Fácil", es contratista del Banco Ciudad para el cobro de impuestos y IECSA una empresa de ingeniería en construcciones del Grupo Calcaterra de su sobrino, se presentó en dos licitaciones para la capital argentina en las que aprobó requisitos técnicos. Una de las licitaciones, por 70 millones de dólares, corresponde a la construcción de los denominados “reservorios” los túneles aliviadores del arroyo Maldonado para la mitigación de las inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Otra licitación asciende por 22 millones de dólares para la edificación de la nueva Casa Cuna.


Algunos datos de la Dirección General Impositiva (DGI) indican que Sevel evadió unos 55 millones de pesos (cinco millones 739 mil dólares) entre los años del 93 al 95, mientras Mauricio Macri fue presidente de la empresa. En ése lapso de tiempo Sevel Argentina exportaba autopartes a Sevel Uruguay para el cobro de reintegros por exportaciones. Sin embargo dichas piezas eran ensambladas en territorio uruguayo e importadas a Argentina como automóviles terminados, por ello Sevel cobraba reembolsos por concepto de exportaciones y realizaba las importaciones con un arancel preferencial del dos por ciento.
Las investigaciones concluyeron que el monto por reintegro en 1993 ascendió a unos siete millones de pesos (730 mil dólares).Por dichas irregularidades Mauricio Macri fue procesado por contrabando, pero fue absuelto por una Corte que rechazó la causa.
El golpe más duro vino durante la segunda mitad de los noventa con la decisión de Fiat y Peugeot de regresar al país y fabricar sus propios autos. Mauricio había sido nombrado presidente de Sevel en 1994 y encabezó las negociaciones con la automotriz italiana para renovar la licencia. El fracaso y las disputas con su padre Franco que quería retener el control del imperio provocaron el desentendimiento con su renuncia en 1995, alejándose del grupo para dedicarse a la política directiva en Boca.


Durante sus dos mandatos al frente del Club Atlético Boca Juniors se registraron numerosas denuncias sobre compras, ventas y reingreso de jugadores del club Xeneize que jugaron en el fútbol europeo y algunos de los casos no estuvieron reflejados en los balances del club. 
Actualmente el patrimonio de Mauricio Macri es uno de los cinco herederos de las propiedades en manos del empresario italiano Franco Macri, cuya riqueza alcanzaba los 730 mil millones de dólares, según una publicación de la revista Forbes en 1998.
De acuerdo con la declaración presentada el pasado septiembre de 2016 por candidato presidencial ante la Oficina Anticorrupción, indicó que dispone de bienes, depósitos y recursos que alcanzan los 53 millones de dólares. Su patrimonio físico incluye un departamento de 370 metros cuadrados (m2) en Buenos Aires, una vivienda en Uruguay y acciones en sociedades comerciales como SOCMA, Inmobiliaria Litoraleña, Macri Investment Group y Meat American Group, entre otras empresas.
La mayor parte de sus recursos se encuentran en cuentas extranjeras, principalmente en depósitos en dólares en Estados Unidos, cuyo monto alcanza los U$S 10 millones y en Suiza 7.6 millones.


Uno de los negocios más resaltantes fue la controvertida privatización en la era menemista de los 90 con la empresa Correo Argentino, encargada del servicio de distribución de la correspondencia en la nación Por tanto la gestión de Macri en el Correo Argentino algunos años después fue barranca abajo y terminó en el 2000 cuándo dejó de pagar el canon estipulado por la privatización, en 2001 entró en concurso de acreedores, y en 2003 el gobierno de Néstor Kirchner le rescindió el contrato con una deuda de 240 millones de pesos.
A partir de allí el corazón del grupo pasó a ser Sideco Americana, el holding que nucleaba a las principales empresas constructoras, como Iecsa (dedicada a la obra pública) y Creaurban (especializada en desarrollos inmobiliarios de lujo) que aprovechó bien el auge de la construcción privada de la posconvertibilidad edificando buena parte de las torres de Puerto Madero (Madero Plaza, Mulieris Puerto Madero, Art María). Pero el fuerte era la obra pública de los sectores de infraestructura energética, vial, ferroviaria y de saneamiento. Iecsa integró el único consorcio que se presentó en la construcción del tren bala entre Buenos Aires y Rosario que no prosperó.
El presidente de Sideco ya no era Franco que se dedicó a desarrollar negocios con China, sino su sobrino, Ángelo Calcaterra, que mantuvo una muy buena relación con el gobierno de Néstor Kirchner y se transformó en un asiduo asistente a los actos oficiales, y en uno de los principales aportantes privados a la campaña de la fórmula de Cristina presidente.


Mauricio Macri en su oscuro prontuario financiero de las empresas Socma y Sevel por la cuál ambas fueron beneficiadas durante la dictadura con la estatización de su deuda privada, cuándo todavía eran propiedad del empresario Franco Macri. Sin embargo no fueron las únicas favorecidas en los años de crisis ya que Socma y Sevel forman parte de un extenso listado de más de 70 empresas que traspasaron sus pasivos hacia las arcas del Estado entre 1979 y 1983.
La disposición tomada por los sucesivos presidentes dictatoriales, benefició a grandes corporaciones y grupos económicos que hasta hoy, y pese a la intervención de la justicia, nunca fueron llamados para dar explicaciones en los Tribunales de Justicia.

"Cambiemos" con la Revolución de la alegría ... qué podemos !!!"

Ahora bramaban los funcionarios en Casa de Gobierno cuándo se enteraron por los diarios de la polémica por el concurso del ex Correo entre el Estado y el grupo Socma se podía venir un juicio de Macri vs Macri y si existíera ése juicio la oposición debió ser llamada antes para decirles “Miren, hemos heredado ésto del gobierno K. ¿Quieren que el Estado gane o pierda?...Díganlo, porque ésto viene de antes, no es nuestro.” y trae mal olor.
Éstos reproches estallaron en la tarde, cuándo los mirones que tiene el gobierno sobre las redes sociales como el barómetro que miden las conductas tácticas, avisaran que había un tsunami de críticas del público por llegar para ocasionarle el mal humor al presidente, que estaba volviendo de Chapelco a Rio Negro para un encuentro con el gobernador, y le cayó como baldazo al gobierno con la misma gélida sorpresa que las transferencias del jefe de los espías, las infidencias de las escuchas telefónicas de Daniel Angelici y otras extrañas lindezas que llevan amargar tres episodios relacionados con la vida personal de altos funcionarios, que caen si pararrayos y descontrolan cualquier esquema del ordenamiento interno de su gestión macrista.


El ministro de Comunicaciones Oscar Aguad, aseguró que el Gobierno nacional aceptó el escandaloso acuerdo por el Correo Argentino, que implica una pérdida millonaria para el Estado, porque Franco Macri no tiene "recursos económicos" para afrontar por insolvente la deuda real. El funcionario intentó así justificar su actuación en el acuerdo que fue denunciado por la fiscal Gabriela Boquín como "abusivo" y "perjudicial" para el Estado nacional. Pero lo que se evitó decir es que ésa firma está controlada por Sideco, que a su vez es controlada por Socma, con lo cuál es difícil creer que no tienen recursos económicos.
El diputado nacional de Cambiemos Pablo Tonell consultado sobre el acuerdo entre el gobierno y el Correo Argentino para saldar la deuda por 292 millones de pesos que la empresa Socma tiene con el Estado, afirmó que el Correo trató de arreglar con el anterior gobierno pero nunca pudo hacerlo, y éso fue lo que se arregló con el Correo, cobrarle los 300 millones de pesos sin perdonar ni un solo peso y no ve "cuál podría ser el inconveniente o la irregularidad. Todo el mundo tiene que estar tranquilo que el acuerdo para ser válido tiene que ser homologado por la justicia". 
Por su parte el diputado nacional por el Pro Daniel Lipovetzky, reconoció que “las cosas las podríamos haberlas comunicado mejor”, al referirse al acuerdo entre el Estado y el Correo Argentino, mientras que la fiscal Gabriela Boquín para llegar al cálculo que ella hace, dice que hay una condonación de la deuda del 98% y eso es un "error ya que para llegar a ése cálculo ella aplica intereses como si fuera una deuda de un juicio entre el Estado y el Correo Argentino, y ésto es un concurso preventivo donde los intereses no corren”.
Sobre el juicio político que quieren iniciar algunos dirigentes del Frente para la Victoria a Mauricio Macri, el diputado lamentó que “parecen los de las Carmelitas Descalzas. Es de un caradurismo absoluto iniciar un juicio por algo donde no hay un delito, no hay un tema de corrupción, está sujeto a una aprobación judicial, y está en manos de la Justicia revisar el convenio, la fiscal ya dictaminó y ahora los jueces si no aceptan el acuerdo que se firmó, se tendrá que hacer un nuevo acuerdo”, y por ello “Si hay una instancia judicial para un mejor acuerdo sobre los intereses del Estado, nosotros lo vamos a aceptar”. expresó.
Así entre dimes y diretes judiciales continuará la discusión hasta pasar largo tiempo que terminará en el olvido ...de una Justicia cuándo no condena, indirectamente aprueba...

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