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domingo, 13 de enero de 2008

" Los errores de los gobernantes"

Presidentes y ministros poderosos que se sienten invencibles en el gobierno en su transcurrir cometen errores tan elementales que llevan a sus países a grandes fracasos.Se observa que los gobernantes que llegan al poder al poco tiempo se ciegan para perder la realidad que los enfrenta. Así se rodean de condescendientes que son premiados sólo por la función de su lealtad exhibida.
Opinan algunos que la soberbia absorbida en su cargio de gobernante los lleva a cometer errores. Aquí algunos ejemplos están en George Busch, Tony Blair, Nixon, Felipe González, Hugo Chávez y en nuestro patrimonio nacional , Hipólito Yrigoyen, Juan D.Perón, Carlos Menem y Fernando de la Rúa que ya se encontraba perdido así como otros tantos. Ni qué decir de los famosos dictadores como Hitler, Stalin, Mussolini, Mao y Saddam y en nuestra área Videla, Pinochet, Banzer, etc.
Todos ellos es probable que hayan tenido que transitar un camino tortuoso hasta el poder, pero una vez instalado en él la ceguera y soberbia los obnubiló.
En éste sentido las democracias que crecieron después tienen la ventaja de permitir corregir los errores porque se les acorta su mandato o llegan más fácil a su fracaso como en la guerra de las Malvinas y la década de la subversión donde los desaparecidos pusieron el final.
Si bien llegar a gobernar es extremademente difícil a pesar que son hábiles, astutos e inteligentes, es paradógico entonces que cometan serios errores con equivocaciones tácticas. Chávez la cometió al perder su referendum, error táctico que de insistir puede llegar a costarle el puesto. Pero hay algo que lo sustenta mientras sus reservas de ochenta mil barriles de petróleo a más de 90 dólares le permita enfrentar disimulando errores estratégicos de política económica que puedan ser costosas para su país.
Una política de inicio exitosa puede ocultar otra de largo plazo fallida ya que errores tácticos son fáciles de discernir, pero los estratégicos no.
Hitler fué exitoso en leer el descontento mayoritario del pueblo alemán al conformar exhaltar su nacionalismo exacerbado que los embarcó en un delirante proyecto genocida al pretender abrir muchos frentes de guerra, dificilmente le era posible ganar.
Blair conoció bien el deseo británico de la tercera vía, pero luego cometió el grave error en Irak.
La s razones que explican éstos fracasos son el poder, el éxito y la amenaza.
Para el primero a mayor poder de gobernante, mayor posibilidades de equivocarse y es así debido a que su séquito que lo acompañan, dependen de él y no se animan enfrentarlo para alertar sabiendo que comete errores estratégicos. Así la política se hace cruel y aquellos que mastican rabia aplauden y esperan agazapados su oportunidad de venganza y al verlo debilitado se lanzan para herirlo de muerte. Así le ocurrió a Alfonsín y luego Menem a pesar de tener luchado para evitarlo.
El éxito por su parte encandila inicialmente para ir moderándose al ajuste de los cambios severos que lo va desgastando por perder ese halo de implacabilidad vencedora donde los ánimos se alteran sin que los líderes se den cuenta por ir perdiendo los reflejos y el timming de la realidad de otrora, aparece la fuerza del desgaste. Así le pasó a Churchill y a los comunistas antes de la caída del muro de Berlín y ahora a Chávez.
Y finalmente la amenaza latente es más seria que la derrota ya que obliga al mandatario estar siempre alerta y atento para conservar el poder. Al comenzar a desoir los principios del buen gobierno comparado al equivocado que se lleva, se cambia la razón por la obsecuencia y se pierde la prudencia, se anulan los debates y se gobierna por decreto autocrático.
Se desoye al mundo exterior y desprecia la crítica enjuiciando la prensa, se nivela a todos por ignorantes y la posibilidad de errores se aumenta.
Así la prepotencia se hace unestilo del gobernante que solo los efectos de la miopía del resto de la gente hace respetar sus designios hacia los demás de foma autocrática.
IFP

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